ADON SANDOVAL
Jesucristo en su inmensa misericordia nos llama a cada instante de diferentes maneras y a través de diversos medios. Dios nos puede llamar a través de al hermosa sonrisa de un niño, nos puede hablar por medio de la naturaleza y el hermoso palmotear de los árboles. También nos puede llamar por medio de un mendigo que llegue a nuestro hogar como le habló a un rico, según relata la Biblia en San Lucas Cap. 16:19
La mayoría de personas cuando alguien muy amorosamente le presenta el mensaje salvador de nuestro Señor Jesucristo, responden que no aceptan al hijo de Dios porque están esperando que Cristo le llame o le toque su corazón, pero debes comprender que cada vez que un hijo de Dios te habla de la grandeza y misericordia del Señor Cristo te está llamando porque muchas veces deseamos que se aparezca un ángel del cielo para decir que Jesucristo nos ha llamado, pero la Santa Biblia nos dice que Dios tiene aquí en la tierra a sus siervos y profetas para que prediquen la palabra de Dios y si no le oyen a ellos, mucho menos le creerán algún ser sobrenatural. Véase San Lucas 19: 29-31
Estas criaturas de Dios deben entender que desde que Jesucristo mostró su amor viniendo a morir en la cruz del calvario para salvar a la humanidad él tiene sus brazos abiertos llamado las personas al arrepentimiento para que le sirvan en espíritu y en verdad y no solamente de labios como hacen la gran mayoría.
Cristo te llama para ofrecer la paz, el gozo, el amor y la seguridad espiritual que únicamente él puede ofrecerte gratuitamente solamente con abrirle tu corazón y confesarle tus pecados y aceptarlo en tu corazón como tu único y suficiente salvador.
Aceptar a Jesucristo como tu Salvador significa dejarte guiar y dirigir por el Santo Espíritu de Dios y por la Santa palabra del Señor, asimilando la Biblia como la única regla de fe verdadera, sabiendo que Cristo es el único medio que Dios ha establecido para la salvación del alma y es el único que tiene poder y autoridad para perdonar nuestros pecados. Véase, San Juan 14: 6 y 1ra. de Timoteo 2:5.
La palabra de Dios nos dice que si hoy escucha la voz de Dios no endurezcáis vuestro corazón. Cristo te está llamando en esta hora para que le sirva en espíritu y en verdad y pueda disfrutar del gozo y la paz que solamente él te puede brindar.
adon sandoval@yahoo.es