Cristo y la izquierda

<p>Cristo y la izquierda</p>

MARTHA PÉREZ
Traigo el tema a colación, a propósito del mensaje navideño del Movimiento de Izquierda Unida, MIU, en la persona de su secretario general y secretario de Estado sin Cartera Miguel Mejía, y ciertas opiniones vertidas al respecto (aunque aisladas pero no menos importantes) por el hecho de que el contenido de dicho mensaje hace referencia a Cristo, que dice, específicamente, con un agradable fondo musical..”como buenos hijos de Cristo.” Algunos han llegado a expresar que si ahora la izquierda está con Jesucristo.

Y cabe preguntarse ¿cuándo la izquierda ha renegado de Jesucristo, como figura eclesial importante en el contexto de la idiosincrasia humana?; o en el contexto de la figura histérica y social que representa Jesucristo? Craso error si se entiende que profesar la ideología marxista-leninista implica el principio de negar la ideología e historia cristiana, la libertad de culto. Talvez por ese error, al Profesor Juan Bosch, una figura eminentemente cristiana, le calificaron, en una ocasión, de comunista, procurando con ello obstaculizarle el triunfo electoral.

Para comprender la conceptualización Cristo-Izquierda, es necesario hacerlo desde la política como ciencia y como arte, y desde la comprensión lógica y dialéctica de la humanidad como la parte racional que comprende la vida animal en la naturaleza. En el marco de esta conceptualización, hay que referirse, necesariamente, a la Teología, término que apareció con Platón, quien lo aplicó a los mitos y leyendas de los dioses; y que fue aceptado por el cristianismo en el siglo V, dándole el significado de conocimiento y saber cristiano acerca de Dios. A finales del siglo XVI se produce la división de la teología en varias especialidades, desde entonces se hablaba de la dogmática, moral, escolástica, positiva, entre otras. Cabe mencionar el movimiento racionalista (Hermes) que concibió la fe como producto de la razón humana.

Según especialistas de la temática, en este ámbito se destacó, en el siglo XIX, el movimiento de la teología de la liberación o liberal y la denominada teología dialéctica, en el siglo XX. El movimiento “Teología de la Liberación” comenzó considerando que era una blasfemia cuidar las almas de la gente y a la vez ignorar sus necesidades de alimento, vivienda y dignidad humana. Cabe destacar que todos estos modelos ideológicos tienen como punto de apoyo a la humanidad y sus problemas, tras la búsqueda de formas para mitigarlos o solucionarlos. Así como Jesucristo participó en el sufrimiento de los pobres, hace más de dos mil años, y les proclamó las buenas noticias de justicia y libertad, constituyéndose en una figura aclamada, seguida y respetada, porque propagó un mensaje de cambios, así también la Iglesia de hoy, los políticos, los gobiernos y sus instituciones, deben unirse a la lucha por la justicia en este mundo.

En los países y pueblos del Tercer Mundo o mundo en desarrollo, persisten y se profundizan grandes desigualdades. La lucha es ardua en procura de reducir la cantidad de más y más pobres que viven en condiciones cada vez mas desesperantes, como apretujados en su espacio. Y sabemos que una respuesta efectiva contra las horribles condiciones y contra las injusticias depende del adecuado entendimiento de las causas; sabemos también que todavía existen causas, algunas delicadas y complejas, de difícil comprensión para afontarlas, pero hay que seguir luchando.

Por eso figuras políticas, como Fidel Castro, se refieren a Jesucristo, porque la obra de éste es sinónimo de unidad, solidaridad, cambios y transformaciones sociales para la humanidad.

La búsqueda para entenderlo, a través del tiempo, también ha llevado a la Biblia, y en ella, en las antiguas leyes del Antiguo Testamento, pueden encontrarse principios, que aplicados con la lógica y filosofía de sus orígenes, las complejidades del mundo de hoy pudieran inclinarse, inequívocamente, hacia la justicia económica y social, por la que van, poco a poco, encaminándose Latinoamérica y gran parte del resto del mundo, y entre ellos, República Dominicana, con el esfuerzo de las autoridades gubernamentales y las fuerzas políticas y sociales conscientes de nuestra realidad.

Por estas antiguas y vigentes razones, Miguel Mejía y el MIU siempre han sumado a su ideología marxista, a sus principios ideológicos, tanto en sus teorías como en sus prácticas, los modelos ideológicos de la teología moral, de la liberación y dialéctica, en el contexto del conocimiento humano acerca del saber cristiano. Y sobre todo, en el contexto de la cultura cristiana de los dominicanos. Por cuanto la mención de Cristo en el mensaje navideño no es un “giro” sino parte de la coherencia política.

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