Critica incentivos de gobierno a bancos demasiado grandes

Critica incentivos de gobierno a bancos demasiado grandes

De los Servicios de HOY.- Andreas Raymond Dombret, miembro de la junta ejecutiva del Bundesbank y exvicepresidente de Bank of America, cree que el apoyo de los gobiernos a los bancos ‘too big to fail’ (demasiado grande para caer) crea incentivos perversos. Estos bancos, a sabiendas de que están respaldados por los gobiernos, toman excesivos riesgos porque si ‘fallan’ es el contribuyente quien paga la cuenta.

Dombret señala en un informe publicado por el Banco Internacional de Pagos que «los bancos que son considerados demasiado grandes para quebrar tienen el apoyo ‘gratis’ de los gobiernos. Este soporte incondicional puede inducir a los bancos a participar en operaciones de gran riesgo. Si las cosas van bien ellos se quedan los beneficios, pero si las cosas van mal los contribuyentes pagan la cuenta».

Este economista cree que este tipo de relación entre grandes bancos y gobiernos fue la culpable, en parte, de la crisis financiera de 2008: «Muchos culpan al mercado de la crisis de 2008, yo creo que el mercado contribuyó poco a este ‘crash’. Para que el mercado funcione bien debe estar presente en todo momento la posibilidad de fracasar. Sin embargo, los grandes bancos no contemplaban esta posibilidad por culpa del apoyo implícito de los gobiernos.

Los bancos no actuaron de forma prudente y al final han sido los contribuyentes los que han pagado miles de millones de euros para rescatar a estas entidades».

Abogó porque las normativas bancarias tengan como objetivo volver a introducir el principio de fracaso individual en el sistema financiero.

Agregó que para alcanzar este objetivo tenemos que establecer mecanismos que permitan a los bancos a fallar sin interrumpir todo el sistema financiero.

“Hemos hecho progresos significativos tanto a nivel europeo como a nivel mundial. Y aunque todavía no hemos alcanzado nuestro objetivo, estoy seguro de que con el tiempo vamos a hacerlo”, explicó.

Dombret explica que es importante «recordar que el riesgo y el miedo al fracaso son características fundamentales en cualquier economía de mercado, si queremos que ésta funcione bien. Como señaló en su día Allan Meltzer ‘el capitalismo sin fallo es como la religión sin pecado, no funciona’.

El economista alemán cree que es importante enviar este mensaje a los grandes bancos. Pero para ello hay que establecer unos requerimientos de capital mucho más estrictos, con el objetivo de evitar una quiebra que se expanda por el sistema: «Habría que obligar a los bancos a incrementar el ratio conocido como ‘total loss-absorbing capacity’ o TLAC. Este requerimiento podría ser del 20% sobre los activos ponderados por riesgo y un 6% para el resto de los activos, estos ratios son el doble que los impuestos por Basilea III».

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Prioridades

Por otro lado, este experto también señala que habría que dar prioridad a los rescates ‘bail-in’ en los que grandes acreedores y accionistas son los primeros en pagar, ante los ‘bail-out’ que son rescates en los que el contribuyente tapa los agujeros del balance de los bancos. «Por lo tanto, las reformas en la regulación tienen que tener como objetivo reintroducir el principio de ‘fallo individual’ en el sistema financiero.

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