Una de las grandes dificultades que enfrentan los jueces de la Suprema Corte de Justicia (SCJ) es tratar de interpretar lo que quieren decir los abogados en los recursos que incoan en ese tribunal.
Con esa anécdota, Jorge Subero Isa resaltó las deficiencias que tienen los profesionales del Derecho del país, con sus sobradas excepciones.
Al discutir ese tema planteó que el origen no está solamente en las universidades, sino en niveles más bajos del sistema educativo del país, porque las fallas que se registran tienen que ver con la lógica de la escritura.
Esa realidad también se constata en los aspirantes a jueces que se postulan en la Escuela Nacional de la Magistratura, donde se implementa un sistema que los ayuda a mejorar las limitaciones que algunos arrastran, dijo Luis Henry Molina, su director.
Subero Isa consideró que resulta cuesta arriba que en el país existan 24 escuelas de Derecho, pero sobre todo cuestionó la calidad de la enseñanza que se ofrece en algunas de estas.
Muchas veces se pierden litigios por la falta de conocimiento de los abogados, y luego estos alegan que el juez se vendió.