El coordinador de la Pastoral Penitenciaria, fray Aristides Jiménez Richardson, afirmó ayer que la Dirección de Prisiones es tratada como el «vertedero» del sistema judicial, puesto que nadie le presta asistencia y debe actuar bajo la dependencia de la Procuraduría General de la República «sin presupuesto y sin ideas propias».

Dijo, además, que la Procuraduría impide el trabajo de Prisiones en base a trámites burocráticos, por lo que se debe descentralizar una de la otra.

Lamentó que ninguna autoridad se preocupe por mejorar las condiciones en que opera la Dirección de Prisiones, institución que a pesar de que fue creada por ley hace 20 años, debe estar sujeta a la Procuraduría.

«La Dirección de Prisiones con profunda limitaciones después de 20 años por la falta recursos económicos urge que alcance la autonomía presupuestaría y deje de ser un mero departamento en la práctica que depende de la voluntad de funcionarios de la Procuraduría» manifestó.

Entiende que para que haya avances en Prisiones debe existir con una estructura financiera propia con gerentes y personal capacitado.

Los comentarios de Jiménez Richardson se produjeron al oficiar una misa en la iglesia Nuestra Señora de La Paz, en ocasión del vigésimo aniversario de Prisiones.

[b]BUENAS INICIATIVA[/b]

Sostuvo que la entreda del primer grupo de vigilantes penitenciarios es un paso positivo para prisiones, pero recomendó que los próximos aspirantes tengan un entrenamiento de un año.

La cárcel San Felipe de Puerto Plata, es el primer recinto custodiado por agentes penitenciarios.

El religioso reconoció que el país cuenta con personas capacitadas para trabajar y adecentar el sistema penitenciario.