MADRID. AFP. Afirmando que «nadie puede obligar» a una mujer a ser madre, un alto cargo conservador español declaró, en su mensaje de fin de año, su oposición al proyecto de ley del gobierno de Mariano Rajoy que suprime casi totalmente el derecho al aborto.
«Nadie puede negar a nadie su derecho a ser madre ni tampoco nadie puede obligarle a nadie a serlo», afirmó José Antonio Monago, presidente de la región de Extremadura, en el oeste de España, y uno de los barones del Partido Popular (PP) de Rajoy, en un mensaje televisado el lunes por la noche.
«La ideología no tiene que introducirse en asuntos de Estado», afirmó, llamando a «desideologizar los temas fundamentales» como la educación, la sanidad o la interrupción voluntaria del embarazo. Esta crítica abierta se suma a varias otras expresadas en los últimos días desde la oposición de izquierdas pero también, de forma más discreta, entre las filas del PP.
El proyecto de reforma de la ley del derecho al aborto, promesa de campaña de Rajoy en 2011 pero varias veces aplazada desde entonces, fue aprobado por el consejo de ministros el 20 de diciembre y debe ahora ser corroborado por el Parlamento, donde el PP dispone de mayoría absoluta.
El nuevo texto, que fue denunciado como un retorno 30 años atrás por las feministas y la izquierda, modifica la ley aprobada en 2010 bajo el anterior gobierno socialista, que permitía el aborto hasta las 14 semanas a todas las mujeres y hasta las 22 semanas en caso de malformación del feto.
El proyecto anula estos plazos y recoge solo dos casos en los que la interrupción del embarazo será legal: violación o «grave peligro» para la salud física o psíquica de la madre. Entre las reticencias expresadas en las filas de la derecha española, el presidente de Galicia, en el noroeste del país, Alberto Nuñez Feijoó, fiel colaborador de Rajoy, deseó que la reforma sea modificada para lograr «una ley de mayor consenso».