POR UBALDO GUZMAN MOLINA
El sacerdote Luis Rosario criticó ayer que el país se venda en el mercado internacional como un centro de orgías, donde los niños están a disposición de todos los «malogrados sexuales del mundo». Rosario, coordinador nacional de la Pastoral Juvenil, dijo, además,  que no debe hacerse turismo si es para visitar lupanares, prostituir niños y vivir de una forma desordenada.

Hizo los señalamientos al pronunciar una homilía oficiada ayer en la Catedral, en ocasión de celebrarse el Día Mundial del Turismo.

A los turistas, indicó, hay que enseñarles que los dominicanos tienen moral y que aunque atraviesan por una situación económica difícil, todavía mantienen la dignidad.

Consideró que la industria turística tiene que ayudar al crecimiento espiritual del pueblo dominicano y que se deben crear condiciones de dignidad en las actividades turísticas.

Como ejemplo, resaltó el turismo dedicado a peregrinar en lugares religiosos, donde añadió que se cultiva el espíritu “y la gente eleva su corazón hacia lo alto, como Fátima, Lourdes, Roma o Jerusalén”.

Dijo que cuando la gente llega a un país, no es bueno mostrarle sólo el aspecto hermoso, “sino, también, enseñarle la basura de Santo Domingo».

Rosario cree que hay muchos turistas que tienen conciencia social, religiosa y de confraternidad.

Dijo que muchas veces las personas más sencillas son las que dejan la mejor o peor imagen a los turistas que visitan el país.

Agregó que esas personas ejercen una labor patriótica «al enseñarles el rostro de dignidad de nuestro pueblo», a los turistas que encuentran en las calles.

Sostuvo que el turismo no sólo constituye una de las principales fuentes de ingresos del país, sino la ventana más significativa para que la República Dominicana pueda ser conocida «en sus mejores cosas».

«Tratemos de sanear esta actividad lo más que podamos. No tengamos miedo de denunciar y tomar medidas para que las cosas caminen mejor», reclamó.

Demandó que el país tenga hospitalidad para todos aquellos que quieran visitar la República Dominicana, para enseñarles que «somos gente con dignidad y moral».

De su lado, Luis Simó, subsecretario de Turismo, en las palabras de gracia, dijo que la Organización Mundial del Turismo estableció el 27 de septiembre de 1970, la celebración de este día.

Expresó que el turismo y el deporte fomentan la unión, el intercambio cultural, la comprensión y la paz.

A su juicio, las instalaciones deportivas construidas en el país recientemente, pueden propiciar el desarrollo turístico.

Recordó que el Papa ha declarado la importancia del turismo en el desarrollo de la comprensión de la paz.

Luego, al ser entrevistado, Simó dijo que dentro de dos meses los hoteles del Este afectados por el huracán Jeanne, comenzarán a operar con toda la normalidad.

«Hay algunos hoteles que han cerrado completamente, como es el caso de Punta Cana Beach Resort. Hay otros que han cerrado parcialmente con el propósito de mejorar la infraestructura», dijo.

Añadió que con el huracán Iván, al país llegaron turistas de Cuba y Jamaica y ahora la República Dominicana, en algunos casos, ha tenido que hacer lo mismo con esas naciones.

Expresó que la cartera de Turismo realiza todos los esfuerzos para que cualquier imagen negativa del país, pueda ser rápidamente contrarrestada a través de las oficinas de relaciones públicas que funcionan en el exterior.

Señaló que los hoteles están aprovechando que se está en una temporada baja y pueden dedicar sus esfuerzos a la reconstrucción de los daños menores.

Luego de la misa, la Secretaría de Turismo depositó ayer una ofrenta floral en el Altar de la Patria.