CRÍTICA
El concierto Van Cliburn

<STRONG>CRÍTICA</STRONG><BR>El concierto Van Cliburn

Una noche impresionante, llena de magia, ofrecieron los ganadores del XIII Concurso de Piano Van Cliburn, que participaron en la V Gala presentada por  la Fundación Sinfonía y el Grupo León Jimenes  en el Teatro Nacional, acompañados por la Orquesta del Festival, conducida por los directores Philippe Entremont y Julio De Windt. 

La gran platea y balcón colmados de un público expectante, tras los primeros acordes inicia un proceso de relajación; la belleza melancólica del “blue” va inundando la estancia y la expectación se convierte en embeleso. La Rhapsody de Gershwim concilia los elementos fundamentales de la música de su país,  el   blue afroamericano se deja sentir. Con expresividad e ímpetu  la pianista coreana  Yeol Euom Son, medalla de plata, destaca en su carácter de solista, por momentos la cadencia se torna lenta con relación al “tempo” de la obra,  luego, el piano se convierte en acompañante. Julio De Windt armoniza la orquesta con movimientos circulares, envolventes, logrando finalmente la integración solista-orquesta.

 La entrada del pianista japonés  Noboyuki Tsujii, medalla de oro, de la mano del director Philippe Entremont, conmueve, la emoción se apodera de todos, la expectación vuelve, más intensa aun. Noboyuki aborda la elocuencia del lenguaje sonoro de Frédéric Chopin, con fuerza, plasticidad y brío, produciendo un sonido poético,  en  perfecta sintonía con el lirismo y claridad formal de este primer Concierto para piano en Mi menor, del célebre compositor polaco. La notable técnica del solista se pone de manifiesto, asumiendo las complejidades de los bellos ornamentos chopinianos, su proeza es evidente, pero se acrecienta  por su condición de invidente. La dirección del maestro Philippe Entremont,   eficiente y paternalista, obtiene  óptima resultante.

 El final de la noche aun reserva una nueva emoción, un goce pleno, extraordinario; el pianista chino Haochen Zhang –medalla de oro- ofrece una interpretación antológica del Concierto No. 1 de Si bemol de Tchaiikovsky. La orquesta  tras una breve imprecisión,  da inicio a una de las melodías más famosa del autor, de tema viril, grandioso y avasallador;  el tema subsiguiente “Allegro con spirito” lo asume el piano, dejando al público extasiado por la belleza  temática, por la impresionante ejecución. En el segundo tiempo “Andante semplice” a ritmo de barcarola, se escucha una melodía casi popular con variados contramovimientos de los grupos instrumentales y del solista. El final vibrante de toques rusos inconfundibles, permite destacar el virtuosismo del pianista, la belleza del sonido producido y su admirable poder de comunicación,  el  segundo tema se convierte en un cántico triunfal. La dirección de Entremont se decanta en este maravilloso concierto.

 La Orquesta del Festival, compuesta en gran parte por músicos de nuestra Sinfónica Nacional e invitados internacionales, logró en poco tiempo cohesionarse y alcanzar un nivel óptimo. Esta V Gala de ganadores permanecerá por mucho tiempo en la memoria de los allí presentes, y definitivamente se constituye en una de las más bellas páginas en la historia musical del país. 

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