Por GEORGE KING
Del NY Post
Había una vez hace no mucho tiempo en la que George Steinbrenner explotaba cuando veía a sus millonarios peloteros en baja producción. Hoy, de acuerdo a la gente cercana a Steinbrenner, mientras los Yanquis pierden terreno de los Medias Rojas, el Jefe solo se queda tranquilo.

Si estaba viendo la derrota del sábado ante los Mets, Steinbrenner tuvo que mover su cabeza en desaprobación por el trabajo de Robinson Canó.

Mientras Canó mostró señales de estar saliendo de una racha negativa en la ofensiva, el intermedista cometió tres errores defensivos.

“Todo el que ha usado un uniforme de las mayores ha tenido un día como ese”, dijo Alex Rodríguez.

Pero como Canó hace todo con tanto “estilo”, frecuentemente es acusado de “coger demasiada pose”.

Ese ciertamente pareció ser el caso en la primera entrada cuando corrió hacia segunda con un rodado de Shawn Green.

Pero su tiro fue en el sueño y el inicialista Josh Phelps no lo manejó.

En el segundo, Canó pifió un rodado del veloz José Reyes.

Finalmente, en el noveno y con el terreno mojado, Canó se fue a la grama a tratar de detener un sencillo de Julio Franco, trató de tirar desde el suelo, pero se pegó la bola en un pie y permitió que anotara una carrera.

“No tuve dominio de la bola, mi mano estaba mojada y la bola también”, dijo Canó.

“Estas cosas suceden. Uno toma lo que hace y no deja que eso suceda de nuevo”.

Al preguntarle si Canó jugaba sin importarle nada, el dirigente Joe Torre defendió tranquilamente a su jugador.

“A veces parece así por el tipo de jugador que es”, dijo Torre de Canó, quien podría quitarse ese estigma de encima si jugara con más fuego y pasión en el terreno.

 “Ese es su estilo. No creo que no le preste atención. Es un muchacho duro. Me recuerda a Alfonso Soriano por la forma en que maneja los días difíciles.

Las probabilidades son de que, incluso con un jonrón y un sencillo luego de comenzar el juego de 28-3, Canó no vaya a tener un peor día en las mayores.

De acuerdo a Canó, Jason Giambi y Jorge Posada le dijeron que mantuviera la cabeza en alto.

Y Derek Jeter le recordó que no es el primero en tener malas jornadas.

“Eso le pasa a todo el mundo”, dijo Jeter.

“Un par de malas jugadas fueron asunto de suerte y nada más”.

Versión (Dionisio Soldevila Brea).