LIMA (AFP).- La gira que el presidente peruano, Alejandro Toledo, realiza en España generó duras críticas en Lima por incluir en su itinerario el balneario de Marbella y por los excesos alcohólicos de miembros de su comitiva, lo que llevó a la prensa a calificar como “avión parrandero” a la aeronave presidencial. El escándalo salió a luz luego del viaje que realizó el jefe de Estado, la semana pasada, a la Cumbre Eurolatinoamericana que tuvo lugar en Viena, desde donde se trasladó a España.

Antes de iniciar reuniones oficiales en Madrid, la comitiva presidencial incluyó para un reparador descanso una estadía el fin de semana en la lujosa playa de Marbella, en las soleadas costas del Mediterráneo. La sola presencia en ese balneario de Toledo, quien viaja acompañado de su esposa Eliane Karp, despertó suspicacias en Lima, que se convirtieron en duros comentarios al conocerse detalles considerados bochornosos por la prensa.

Luego de una celebración malagueña, varios diplomáticos y funcionarios de la casa de gobierno, con notorios signos de ebriedad, cantaban en coro una canción llamada “pásame la botella” en momentos en que la comitiva se aprestaba a emprender el lunes la ruta Málaga-Madrid, según reseña la prensa limeña.

Antes de abordar el avión y mientras la delegación abandonaba un autobús que hizo el traslado al aeropuerto, uno de los diplomáticos comentó “del bus parrandero al avión parrandero”, despertando carcajadas entre sus colegas, indican las versiones coincidentes.

Los informes señalan además que la congresista oficialista Doris Sánchez hizo subir a la aeronave presidencial a tres de sus familiares que residen en esa ciudad española para ser trasladados gratuitamente a Madrid. Desde Madrid, el presidente Toledo, quien no presenció los excesos de sus acompañantes, defendió su viaje y dijo desconocer lo sucedido.

“No hay ningún avión parrandero, este es un avión de trabajo”, dijo a la emisora limeña RPP al indicar que conversará con el canciller Oscar Maúrtua para conocer lo sucedido. Toledo refirió que en Málaga logró el compromiso de 50 empresarios que se comprometieron en viajar a Perú para hacer inversiones en turismo.