MONTERREY, México (AP).- Un plan para deportar a inmigrantes ilegales hasta sus hogares en lugar de dejarlos solamente junto a la frontera podría frenar un poco la oleada de mexicanos hacia el norte, pero no logrará detenerla, dijeron el miércoles partidarios de los derechos humanos.

Las autoridades estadounidenses y mexicanas acordaron el martes volver a participar en un programa que ofrecerá vuelos gratuitos para algunos inmigrantes.

Esa iniciativa le permite a los indocumentados arrestados en la región del desierto de Sonora en Arizona ofrecerse como voluntarios para regresar a su país en aviones contratados especialmente, que volarían desde Tucson, Arizona, hasta la Ciudad de México o Guadalajara. Posteriormente serían enviados en autobús a sus poblados.

Las autoridades estadounidenses argumentan que el deportar a los inmigrantes hasta la zona fronteriza sólo los alienta a volverlo a intentar.

Sin embargo, los mexicanos indocumentados arrestados en otras partes de la frontera seguirían siendo deportados de inmediato, y los que sean detenidos en el interior de Estados Unidos serán enviados a ciudades mexicanas fronterizas.

El programa de repatriación, que comenzará el 6 de junio, busca salvar las vidas de inmigrantes que de otra forma intentarían cruzar el desierto de Arizona bajo el sofocante calor del verano.

Sin embargo, algunos partidarios de los derechos de los indocumentados argumentan que el programa hará poco para disminuir el número de inmigrantes que intentan cruzar, pero sí hará que su viaje sea más difícil y caro.

«La idea es alejarlos de la frontera, porque si realmente quieren salvar vidas deberían de tener la voluntad de ayudar a que la migración se haga de manera ordenada y legal», dijo Arturo Solís, director del Centro de Estudios Fronterizos y de Promoción de los Derechos Humanos en la ciudad fronteriza de Reynosa.

Solís dijo que muchos inmigrantes podrían tomar los vuelos por sentirse confundidos o simplemente para regresar a su hogar a trabajar y ahorrar más dinero para volverse a ir al norte.

«Quienes están arriesgándose para dejar todo e irse a la frontera lo seguirán intentando», agregó. «Va a ser más costoso, pero eso no va a disminuir de ninguna manera la migración indocumentada».

Francisco Loureiro, encargado de un refugio de inmigrantes en Nogales, al otro lado de Nogales, en Arizona, dijo que él también duda que el programa disminuya la inmigración ilegal. Sin embargo, consideró que el darle a esos indocumentados que han estado expuestos a la crudeza del desierto la opción de regresarse a su casa en avión ayudará a salvar algunas vidas.

«Aquí hay personas que han tratado hasta cinco veces, pero siguen aquí, esperando cruzar», señaló Loureiro. «En realidad (los vuelos son) una buena opción para ellos porque mucha gente no se da cuenta que está arriesgando su vida».