Critican la organización de pelota invernal RD

Critican la organización de pelota invernal RD

POR DIONISIO SOLDEVILA
La Liga Dominicana de Béisbol está en problemas y todavía nadie se ha dado cuenta realmente de por qué.

Al menos, no por parte de las personas que tienen el control de la misma y que deberían de velar por el bienestar del negocio del béisbol en la República Dominicana.

Y aunque muchos no lo quieran aceptar, si no se toman correcciones a tiempo, en unos años podríamos estar lamentando lo mismo que los miles de fanáticos de Puerto Rico han lamentado este año luego de la cancelación de su torneo invernal. Hay muchos problemas que necesitan ser corregidos a la brevedad, para así evitar problemas más graves en un futuro no muy lejano.

Voy a enumerar algunos de ellos con la esperanza de que los mandamás de la pelota quisqueyana entiendan que este gran juego necesita ser cuidado para que pueda mantenerse vivo y poderoso como se ve hoy en día.

Primero: No hay seguridad. Muchos de los parques criollos no cuentan con la seguridad que se necesita para mantener la integridad de los peloteros, los fanáticos y los árbitros. En menos de 10 días, en los estadios de San Pedro de Macorís y San Francisco de Macorís han arrojado piedras desde fuera de los estadios Tetelo Vargas y Julián Javier, respectivamente, luego de decisiones de los árbitros que han ido en contra de los locales. En San Pedro ha sucedido dos veces, pero al menos no hubo heridos. Esa falta de seguridad es fatal para el buen desempeño del negocio del béisbol, y para permitir que los peloteros que pertenecen a equipos de las Grandes Ligas sigan jugando en el país.

Segundo: Falta la cordura.

Muchos de los comentaristas de las cadenas de los equipos, tanto radiales como de televisión, critican de manera abierta y directa a los árbitros (dominicanos y estadounidenses), hasta el punto de que muchos fanáticos desbordan las pasiones y deciden tomar cartas en el asunto. Recuerden, amigos comentaristas, que los árbitros no ganan ni deciden partidos. Eso es labor de los peloteros. Hasta el momento, nadie ha dicho o hecho nada para impedir que estos «fanáticos» pierdan la cordura al momento de participar en una transmisión emitida por la liga dominicana.

Tercero: Resolución de conflictos. La Liga Dominicana de Béisbol necesita por obligación colocar representantes y/o directivos para poder solucionar cualquier impasse en un partido. Hasta el momento no existe.

Cuarto: Confusión de Autoridad. Este año hemos visto a algunos gerentes discutir con árbitros sobre la suspensión o no de un partido debido a las lluvias. Hasta donde tengo entendido, luego del inicio de los encuentros esa decisión es de los árbitros y los dirigentes. No se explica, entonces, cómo es posible que en un partido en el mes de octubre viéramos a un gerente general bajar al terreno y luego obligar a un árbitro a subir a las gradas para dirigirse a una oficina a ver el «Weather Channel» para determinar si seguir o no un encuentro detenido.

Quinto: Acceso a internet

Es el siglo XXI y todo el mundo sabe y conoce lo que es el internet inalámbrico. Sin embargo, sólo un estadio del béisbol dominicano (el Estadio Cibao de Santiago) tiene disponible ese servicio para la prensa. Como resultado, la prensa que cubre los partidos se ve limitada en diversas formas.

Sexto: Acceso a la información. La Liga Dominicana de Béisbol no tiene un sistema de estadísticas disponible para la prensa, fanáticos ni nadie. De hecho, excepto por el anuario de béisbol del editor deportivo del Listín Diario, Héctor Cruz, no hay una herramientas.

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