Critica
Revelando un secreto

<STRONG>Critica<BR></STRONG>Revelando un secreto

Te recuerdo con tristeza

en esta nueva noche

de soledad

en la que te evoco

en tus besos, tus caricias

y tus sonrisas.

Nuestros testigos

te esperan

desean vernos envueltos

de nuevo

en ese silencio nuestro

tuyo,

mío de la noche

y el silencio.

Tristezas, Mu-Kien Adriana Sang

He amado la poesía desde siempre.  De niña admiraba, hoy confieso, envidiaba, a quienes podían expresar variados sentimientos a través de los versos. Traté de imitarlos, y comencé a escribir unas cosas, que yo, de forma pretenciosa, definía como “mis poemas”. Hace poco busqué mi baúl de recuerdos personales. Encontré el pequeño cuaderno, hoy teñido por el tiempo, que recogía mis inquietudes y angustias existenciales de joven adolescente. Treinta y tantos años han pasado desde que osé escribir mis primeros sentimientos. Leí con nostalgia su contenido.

Me preguntaba entonces, con infinita angustia, qué sería de mi vida y si alguna vez podría encontrar al amor de mi vida.  Como entonces, sigo amando los días de lluvia; busco todavía momentos de soledad para ensimismarme y disfrutar sola de mis pensamientos y sentimientos.  Sigo siendo lectora voraz de novelas. Aún me apasiona poder leer un texto bien escrito. Pasado el tiempo, fui perdiendo la inocencia. Mis escritos se hicieron también adultos. Quizás gané en la forma, pero perdí la candidez. Busqué refugio en la poesía de otros. Me apasioné con  Neruda.  Leía sus poemas con fruición y empeño. Me sentía expresada con sus palabras. Pasaba leyendo sus odas y admirando su profunda capacidad de elogiar las cosas más cotidianas de la existencia. 

Los diferentes sucesos de mi historia personal, me condujeron a parir nuevas osadías, perdón quiero decir, intentos de poesías.  Escribí a mis padres, a mis hermanos, a la amiga que me traicionó, a la injusta sociedad  y sobre todo al amor y el desamor.  He guardado con celo y secreto, como lo hice con  el pequeño cuaderno de mis pensamientos juveniles. Esos versos  escritos en el correr de los años, se descubren por vez primera. Aprovecho la ocasión del Día del amor para presentarlos a mis lectores. Hice una selección. Escogí los que más me gustan.

TU AUSENCIA

Por qué tu ausencia,

tu presencia en mis sueños y soledades

me obligan a evocarte en estos versos.

Por qué siempre

tú y los recuerdos

los días vividos,

tus palabras y tus gestos

me hacen gritar

en el vacío,

en mi silencio

que te quiero.

Por que

eres tú mi alegría,

hoy mi tristeza.

siempre tus besos

y sus huellas

hoy sólo mis lágrimas y tu recuerdo.

CUANDO NO ESTAS

Cuando no estás

pronuncio a gritos

tu nombre

en mis entrañas.

Cuando no estás

evoco con pasión

tus besos,

dulces o encendidos,

pero siempre tus besos.

Cuando no estás,

no sabes cuánto,

no sabes cómo añoro cada espacio

de tu cuerpo.

Cuando no estás mi imaginación

se sumerge

en el deleite eterno de soñarte,

de estremecerme toda entera,

como si estuvieras aquí,

conmigo,

en este nido

¡Tan nuestro!

Compartiendo

miles de caricias y besos….

TUYA

Estos labios entreabiertos

son tuyos.

Este cuerpo estremecido

también es tuyo.

Porque te pertenecen

mis gemidos y sus lamentos.

Como es tuya

mi intimidad

y sus secretos.

Soy tuya en la pasión,

la ternura,

la ilusión

y la esperanza.

Porque espero,

gimo,

grito en tus labios.

porque siento

y padezco

en tus brazos.

Porque mi locura,

mi ternura,

mi llanto

mi risa enardecida

mi cuerpo todo entero,

mi alma y sus laberintos

te pertenecen.

PREGUNTAME

Pregúntame de este amor

y te contestaré

al oído

a gritos…

sin palabras …

Que te amo.

Pregúntame

si vibro

con tus besos

si me enloquecen tus caricias.

Pregúntame

si añoro tu presencia

cuando estás ausente,

si la reclamo

en mi silencio,

en la noche

y en la espera.

Pregúntame

si siento tu figura

en esta soledad que me lastima

si escucho

tus gemidos,

tu voz enronquecida

cuando sólo me acompaña

tu recuerdo.

Pregúntame

Si siento tus manos

acariciar

cada espacio,

cada rincón de este cuerpo

que desea desesperadamente

el tuyo.

Pregúntame

qué ocupa mi pensamiento

cuando el hastío cotidiano

me enloquece.

Pregúntame

si te añoro en mi quietud.

si pronuncio tu nombre

en estas largas noches

de insomnio

o en la paz de mis ensueños.

Pregúntame

lo que quieras

una respuesta encontrarás.

te amo

una y mil veces

te amo.

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