Crónica de un incidente con Peña Gómez

Crónica de un incidente con Peña Gómez

En una sesión del Ayuntamiento del Distrito Nacional fuimos prácticamente vapuleados por el entonces síndico y líder perredeísta, doctor José Francisco Peña Gómez, quien se sintió molesto por algunos cuestionamientos que le hicimos en nuestra condición de regidor del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC).

Aplastados y abrumados por la enérgica retórica de Peña Gómez, que en esa ocasión llegó a la intolerancia política, decidimos abandonar la reunión, no sin antes recibir el abucheo de la bancada perredeísta, y particularmente de Felipa Gómez, quien hoy como una ironía del destino apoya al gobierno del PLD.

Aplicando la ley de las contradicciones, acudimos en búsqueda de la solidaridad del profesor Juan Bosch, principal adversario político del Partido Revolucionario Dominicano y de su mentor y guía, el extinto José Francisco Peña Gómez.

La cita con el gran maestro, Juan Bosch, la canalizamos a través del bloque de regidores del Partido de la Liberación Dominicana, integrado por un pequeño pero selecto grupo.

En su modesto apartamento de la calle César Nicolás Penson, fuimos recibidos por Bosch, quien con una media sonrisa nos invitó a sentarnos en una mecedora y tras una breve conversación nos ofreció, sin condiciones, un apoyo sincero del que le estaré eternamente agradecido.

Lo que más me llamó la atención de ese encuentro para mí histórico con el profesor Juan Bosch fue su extrañeza de que yo me sintiera atónico con la actitud de Peña Gómez, pues según él ese era su comportamiento natural.

Muchas lecciones y enseñanzas de lo que es la alta política practicada por Bosch aprendí de esa entrevista.

Juan Bosch me demostró su categoría del gran líder que sabía lo que tenía que hacer en todas las circunstancias.

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