Crónicas del ser
La obra de Nikolai Chernishevski

<STRONG>Crónicas del ser<BR></STRONG>La obra de Nikolai Chernishevski

A pesar de los intentos del gobierno zarista por hacerla desaparecer, la obra de Chernishevski se mantuvo viva, tanto durante su generación, como en las siguientes y ayudó a formar a nuevos revolucionarios, que podían estudiarla en Rusia, gracias a las ediciones clandestinas que continuamente se imprimían; y en el extranjero, donde circulaba libremente y se debatía en los centros de exiliados rusos radicados en Europa occidental.

Los escritos de Chernishevski, durante el período soviético desde el 1918 hasta el 1991, fueron objeto de veneración, de estudio y de referencia constante. Empero, como suele ocurrir cuando los escritos de un pensador son leídos e interpretados tendenciosamente, desde un único marco de sentido y se utilizan como instrumento de dominio para reforzar una ideología política llamada a reinar en solitario sobre un desierto intelectual, fueron tergiversados y se transformaron en puro lugar común al servicio del sistema dominante.

Durante el siglo XIX, la voz de Chernishevski fue considerada como la del mayor exponente de la tradición revolucionaria rusa y como la del precursor del movimiento populista, que llegó a rechazar que para lograr el desarrollo de Rusia era inevitable seguir la vía occidental, esto es, implantar el capitalismo en su país, y se oponía al intelectualismo abstracto de aquellos revolucionarios que aspiraban a educar el campesinado ruso como el único camino viable para implantar un socialismo, también de factura occidental.

El planteamiento que se deriva del estudio de los textos de Chernishevski es, sin embargo, diferente.

El pensador ruso, en verdad, no sostiene que la realización del asociacionismo ruso –término con que se conocía en su tiempo al socialismo ruso, basado en la idea de que era necesario mantener y perfeccionar la comuna campesina tradicional- fuese incompatible con el desarrollo capitalista en Rusia, ni fue el tenaz adversario del desarrollo del proceso de transformación social burgués en Rusia, tal como se le quiso mostrar.

En realidad, Chernishevski estaba convencido de que Rusia tenía mucho que aprender de Occidente, y pensaba que debía aplicarse, sobre todo, por igualar la superioridad tecnológica que había alcanzado Europa.

Sin embargo, era, también, consciente de las graves contradicciones que albergaba el capitalismo, pero, igualmente consideraba que éste sistema constituía un enorme progreso respecto a las sociedades precedentes. Para Chernishevski el gran enemigo a combatir fue la ignorancia y el enorme retraso social, económico y cultural que existía en Rusia, más que el capitalismo.

Chernishevski busca problematizar y superar, en el amplio debate abierto en la sociedad rusa por la inminente liberación de los siervos, la visión simplista predominante sobre las transformaciones que debían realizarse; privilegiaba y defendía una visión más articulada de la realidad, que proporcionara a Rusia la oportunidad de aprovechar la experiencia de la implantación del capitalismo en Europa, para buscar una vía que permitiera al país lograr una transición acelerada hacía formas económicas más avanzadas aún.

En sus escritos se entra en contacto con una fuente viva del pensamiento socialista ruso como se despliega en el siglo XIX. Chernishevski fue uno de los máximos pensadores del socialismo en el siglo XIX y esto lo testimonia el juicio que sobre él formula Karl Marx, que en la segunda edición de “El capital”, lo designa como “el gran docto y crítico ruso”.

El juicio crítico sobre Chernishevski, que expresa el historiador de las ideas y destacado filósofo liberal inglés del siglo XX, Isaías Berlin, permanece, a mi juicio, vigente. Chernishevski es “la figura más importante del movimiento populista; fue quien con sus ideas, su actividad y su carácter lo dominó del principio al fin”.

Esta valoración viene ratificada por Franco Venturi, quien ha realizado el estudio más documentado y abarcador sobre este movimiento socio-político ruso, en Occidente. En su libro: “El populismo ruso”, Venturi señala que “las ideas populistas encontraron en Chernishevski su punto de origen(…) en la breve y genial actividad de publicista desarrollada por el escritor ruso entre los años del 1853 al 1862”.

Chernishevski no dejó escritos filosóficos orgánicos, elaborados con método sistemático, pero si dejó un legado que ocupó un lugar de gran relieve en la cultura rusa del siglo XIX y fue constantemente retomado e re-interpretado durante el siglo XX.

Su rechazo implacable contra la injusticia y la irracionalidad no se expresa mediante grandes generalizaciones teóricas, ni en la elaboración de un sistema filosófico, ni en la incitación a realizar actos violentos en contra de la autoridad.

Se dedicó modesta y pacientemente a recoger información, datos e ideas capaces de dar vida a una estructura conceptual, quizás poco refinada y algo ambigua, pero indudablemente imponente y poderosa, la que, en lo adelante, podría servir para contextualizar, ampliar y enriquecer la experiencia política de las nuevas generaciones de radicales rusos.

El destino personal de Chernishevski fue trágico. Permaneció hasta 1883 cumpliendo su condena en Siberia, en un campo de trabajos forzados, en la actual República de Saja, en la ciudad de Viljujsk, una zona en que las temperaturas suelen oscilar durante el año entre menos 69 grados centígrados a 19, en el verano.

En 1883, como resultado de negociaciones secretas entre el zar Alejandro III con el grupo “Narodnaya Volia –Voluntad popular”, que produjo el atentado en que fue asesinado su padre, Alejandro II, en 1881, se le permite transferirse a Astracán, al sureste de la Rusia europea.

En esta ciudad localizada sobre el curso del Volga, a orillas del mar Caspio, permanece durante seis años, luego se le permite regresar a su nativa y amada Saratov, donde llega en 1889, para morir pocos meses después, en el mismo año.

En síntesis

Una vida personal trágica

Se trata sobre la conservación y valoración de los escritos del filósofo político ruso, Nikolai Chernishevski. Se contextualiza su importancia y el lugar que ocupa en el desarrollo de las teorías y las luchas políticas, tanto en el siglo XIX y XX. Mientras su obra fue estudiada y aprendida en todos sus detalles como un paso importante para establecer el camino a seguir en el desarrollo social y político de su patria; su vida personal fue trágica, marcada por una prisión en Siberia durante más de 20 años. Luego, se le mantiene la calidad de exiliado, pero en un territorio menos áspero. Cuando se lo libera, en ese mismo año, fallece.

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