Crónicas del ser
Rachmetov, el nihilista de Chernishevski

<STRONG>Crónicas del ser<BR></STRONG>Rachmetov, el nihilista de Chernishevski

La novela de Chernishevski es la descripción de cómo ha de organizarse la lucha para alcanzar un grado superior de madurez social al vencer las resistencias de cada persona, mediante un proceso de ascención en los diversos grados del conocimiento según cada uno pudiera llegar a cobrar conciencia de su autentica disposición, inclinaciones y aspiraciones personales. La frontera entre las diversas actitudes personales y los grados de conocimiento acquiridos pasa por el corazón de cada quien.

El pueblo ruso, para Chernishevski, se vincula entre sí según los estados de conciencia constituidos por los grados de saber a que tienen acceso, por los intereses que defienden y que consideran como suyos propios. Esta dialéctica revela, también, inversamente, los grados de resistencia en los que se plantaba cada quien para impedir la realización de ese mismo saber.

Es en este contexto ideológico que hay que colocar la figura paradigmática del nihilista de Chernishevski que nombra Rachmetov.

¿Quién es, y cómo se define Rachmetov? En la novela su figura asume un papel secundario. Es más, se puede decir que la suya es una figura tangencial. Aparece, única y simplemente, para cumplir un empeño que le asigna Lopuchov antes de cometer suicidio. Este le entrega una carta dirigida a Vera, su mujer, en la que explica, traducidos a los términos de la nueva moral que se desprende de la ciencia, cuales son sus motivaciones para cumplir lo que ha decidido.

Se comienza a hablar del personaje de Rachmetov, en la sección que marca el inicio del desenlace de la trama, el capítulo VII, que se titula -en la versión italiana que he podido leer- “Conversaciones teóricas”.

Allí, desde el apartado 5, Lopuchov –que ya tiene armado un plan para desaparecer de la escena- comunica a Vera que en la fabrica donde trabaja ha sido designado “director honorario” con un salario de 3,500 rublos, «¡una verdadera fortuna!», añade. Sus nuevas funciones consisten en velar por alfabetizar y educar a los jóvenes obreros de la empresa para que puedan perfeccionar su oficio, y está llamado a asistirlos moralmente para que no caigan en el ocio y en los vicios autodestructivos que los acechan.

Para celebrar el evento deciden –marido y mujer- invitar a un grupo de amigos con sus esposas, y es allí donde se dice que también entre los invitados está, precisamente, Rachmetov. En ese  momento el personaje viene descrito como un sujeto sombrío, agitado, de quien, todos, a excepción de la gente simple del pueblo, tienen cierto temor. Se dice, también, que tiene barba y el pelo enmarañado, que luce descuidado en el vestir y viene apodado por sus amigos como “el rigorista”.

En el siguiente apartado, el seis del mismo capítulo, es donde se describe la personalidad y la historia de Rachmetov. La segunda ocasión en que aparece el nihilista -cuando se describe su personalidad- es cuando va a cumplir, ante la viuda, la encomienda que le diera Lopuchov.

Al llegar a la casa de Vera, le avisa que está allí para asistirla en lo que se le ocurra mientras dure la ausencia de Masha, que es la joven de servicio de la casa, que ha salido a hacer diversas diligencias a la viuda.

Para no importunarla en su dolor, el visitante se sitúa en el estudio de Lopuchov y allí permanece a disposición. Mientras, para entretenerse, busca un libro para leer mientras este de guardia. ¿Qué libro selecciona? Después de examinar muchas de obras de escritores y analistas contemporáneos, que tiene la biblioteca, se decide por explorar una versión en inglés de las obras completas de Isaac Newton (1643-1727), y entre estos volúmenes selecciona el que contiene la extraña disertación titulada, “Observations on the Prophecies of Daniel and the Apocalypse of Saint John” [Observaciones sobre las profesías de Daniel y el Apocalipsis de San Juan].

Quizás pocos sepan que Newton tenía una gran pasión por la alquimia, que sólo era superada por la pasión que manifestaba por las profecías bíblicas. Invirtió enormes energías mentales para desentrañar las profecías de Daniel, en el Antiguo Testamento, y las del Libro de la Revelación en el Nuevo. Estaba firmemente convencido de que los libros de Daniel y el Apocalipsis, correctamente descifrados, servían para demostrar que la historia del mundo terminaría con la Segunda Venida de Cristo, seguida por el Juicio Final.

Como gran parte de los protestantes del siglo XVII, Newton creía que el Papa era el Anticristo profetizado en el Apocalipsis: una encarnación de Satán en su último e inútil intento de frustrar el plan de Dios para limpiar de pecado el universo. Aceptaba Newton, además, la profecía que afirma, que en los últimos días los judíos regresarían a Jerusalén y se convertirían en cristianos. A la Segunda Venida de Cristo seguiría un milenio durante el cual el Señor gobernaría el mundo “con mano de hierro”.

Ya en la vejez, Newton cambiaría la fecha del “Regreso de Cristo” situándolo algún tiempo después del final del siglo XXI. La obra que toma en sus manos Rachmetov, fue publicada seis años después de la muerte de Newton.

El comentario que formula Chernishevski y pone en la cabeza de Rachmetov en el momento en que encuentra el libro es: “Fuente clásica sobre la cuestión del ingenio mezclado con la locura. Este es un problema que se encuentra replanteado en todos los acontecimientos, casi en todos los cerebros, casi en todos los libros; es una cuestión de toda la historia universal.

Empero, aquí aparece en su forma más extrema. En primer lugar, se trata de un cerebro entre los más geniales y equilibrados; en segundo lugar, la locura está aquí presente de una manera evidente e innegable. Es, por ello, un libro de primerísimo orden…”.

Para Chernishevski, la figura del nihilista Rachmetov es, a pesar del aparente papel marginal que juega en la trama de la novela, el modelo al que debe mirar la juventud para que pueda tener éxito la revolución. Así, Rachmetov se transformará históricamente en el “santo” existencial de Georgi Plejanov (1856-1918), quien fue el fundador del primer partido marxista en Rusia.

Será asumido -desde el momento de la publicación de la novela- el dechado del líder revolucionario ideal. En el proceso de la formación de Lenin (1870-1924) la figura de Rachmetov será elevada y considerada como la imagen ejemplar del revolucionario. Para él y los bolcheviques, el proceso de transformación del nihilista en luchador radical será asumido como el programa más exitoso de reeducación revolucionaria.

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