Caracas- A dos días de que finalice la validación de firmas para un referendo revocatorio del mandato del presidente venezolano, Nicolás Maduro, la autoridad electoral y la oposición cruzaron acusaciones que tensaron aun más el proceso.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) denunció el miércoles agresiones a sus empleados por parte de los promotores de la consulta, lo que según había advertido puede generar la suspensión del trámite.
«En estos tres días (…) se han visto agredidos funcionarios que prestan sus servicios para cumplir esta fase» del revocatorio, dijo la rectora de CNE, Sandra Oblitas, a la televisión gubernamental. Los dirigentes opositores han «sometido al escarnio público» a funcionarios difundiendo sus nombres y fotos, tras acusarlos de llevar a cabo una «operación de retraso deliberado» en la autenticación de firmas, según Oblitas.
El líder opositor Henrique Capriles difundió el miércoles en Twitter el nombre y la foto de un director regional del CNE con la leyenda: «este personaje saboteando validación en Nueva Esparta! Respete al Pueblo».
Los empleados que se dicen agredidos están pidiendo «medidas de protección» en la Fiscalía, señaló la rectora. La presidenta del CNE, Tibisay Lucena, ha advertido que «cualquier agresión, alteración, o generación de violencia conllevará a la suspensión inmediata del proceso» para el revocatorio.
«Proceso lento». Al cierre del tercer día de validación este miércoles en la noche, el dirigente opositor Carlos Ocariz aseguró que certificaron la cuota mínima de 1% del padrón electoral en 91% de los 24 estados del país.
«Sabemos que 236.386 personas ya han validado en todos los estados del país y superamos lo que ha sido la meta del 1%, pero no nos conformamos», dijo Ocariz a periodistas. Para activar la consulta, la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) necesita que unas 200.000 personas ratifiquen sus rúbricas.
El bloque opositor insistió en sus denuncias de sabotaje por parte del CNE, al que acusa de servir al gobierno. «Quiero decirle a la rectora Oblitas que lamentablemente (el proceso) no ha sido impecable, como ella dice», declaró el secretario general de la MUD, Jesús Torrealba. Desde que se inició el reconocimiento de firmas el pasado lunes, los promotores del referendo cuestionan que el CNE solo haya dispuesto 300 máquinas para que 1,3 millones de personas habilitadas registraran sus huellas.
«El proceso ha sido lento. Llevamos aquí en la cola desde las diez de la mañana, pero no nos vamos a mover hasta que validemos nuestras firmas», dijo a la AFP María Aguilar, 52 años, en el punto de atención de Plaza Venezuela, en Caracas.
Torrealba denunció que el oficialismo está «cerrando vías» y poniendo puntos de control de seguridad para impedir la movilización de los que quieren ratificar su apoyo al revocatorio. El dirigente sostuvo que las irregularidades «se han incrementado de manera dramática» en todo el país y acusó al gobierno de asumir «una conducta mafiosa».
Que EEUU rectifique. Maduro, cuya popularidad ronda el 25% en medio de una severa crisis de escasez de alimentos y alta inflación, estima imposible que el revocatorio pueda celebrarse este año aduciendo que los plazos legales no lo permiten.
Para la oposición es crucial que la consulta se realice antes del 10 de enero de 2017, pues si se revoca el mandato de Maduro, habrá elecciones anticipadas. Si ocurre después de esa fecha, el mandatario podrá elegir a su sucesor en caso de derrota.
En la víspera de que la Organización de Estados Americanos (OEA) discuta la activación de un mecanismo que prevé sanciones diplomáticas en caso de ruptura constitucional, Maduro se reunió en Caracas con el enviado de Estados Unidos, Thomas Shannon.
Tras el encuentro, Maduro expresó su interés en mejorar la relación con Estados Unidos y dijo que espera que el presidente Barack Obama «rectifique» su postura para avanzar en ese objetivo. Caracas y Washington carecen de embajadores desde 2010.