NUEVA YORK (EFE).- La amenaza de una nueva tormenta tropical y los pronósticos de un descenso de las reservas de crudo generaron nuevamente el nerviosismo en el mercado de Nueva York, donde el petróleo cerró ayer por encima de los 60 dólares.

Los contratos para entrega en agosto del petróleo Intermedio de Texas, que es el de referencia en Estados Unidos, se negociaran en el mercado de materias primas de Nueva York (NYMEX) entre un mínimo de 58,92 dólares y 61,25 dólares, muy cerca del récord del cierre.

Al terminar la sesión hoy, el precio estaba en 60,62 dólares, 1,70 dólares más que el lunes, una subida que puso fin a tres jornadas de retroceso que habían permitido que el precio del barril se distanciara de los 62,80 dólares que llegó a tocar en las negociaciones la semana pasada.

Con el alza de hoy, el precio del barril se encuentra un 54 por ciento más caro que hace un año por esta época.

La subida también era notable hoy en los contratos de gasolina para entrega en agosto que subieron 4,33 centavos, al cerrar en 1,7754 dólares el galón (3,7 litros).

El precio del gasóleo de calefacción para entrega en ese mismo mes aumentó en 6,97 centavos, hasta los 1,7515 dólares el galón.

Tras la enorme volatilidad que dominó la semana pasada el NYMEX, el mercado vivió el lunes una jornada de mayor tranquilidad, a la que contribuyó la noticia de que el ciclón «Dennis» no llegó a dañar la infraestructura petrolera del sur de Estados Unidos como se temía.

Sin embargo, la formación de una nueva tormenta tropical en el Atlántico, denominada «Emily», reavivó hoy los temores a problemas de suministro.

«Dennis» obligó a evacuar como medida preventiva instalaciones petroleras y ha supuesto un descenso de la producción en las instalaciones del Golfo de México, a las que llega más de la mitad de las importaciones de Estados Unidos.

Los inversores pudieron respirar más tranquilos cuando se supo que la devastación causada por «Dennis» no había llegado a las plataformas de estados del sur de EEUU.

Sin embargo, la evacuación y suspensión de las actividades se notará en las estadísticas.

Cifras de organismos oficiales estadounidenses indican que, desde el pasado viernes, se han dejado de producir 4,9 millones de barriles de petróleo en las instalaciones del Golfo de México, donde la producción anual es de unos 547,5 millones de barriles.

Hoy permanecían evacuadas casi el 8 por ciento de las plataformas de explotación y el 18 por ciento de los pozos de exploración en esa zona.

Por otra parte, los analistas pronostican un descenso de la reservas de petróleo en la última semana de entre 2,8 millones y 3,2 millones de barriles y un posible descenso de las reservas de gasolina en 800.000 barriles.

El nivel de reservas será anunciado el miércoles por el Departamento de Energía y algunos analistas creen que las cifras reflejarán las interrupciones de producción de los últimos días.

Igualmente, prevén un retroceso de las reservas de productos destilados, que incluyen gasóleo de calefacción y diesel, en 2,2 millones de barriles.