El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) dijo este domingo que dos personas murieron y siete resultaron heridas en un ataque contra su convoy humanitario en Jartum, donde la organización estaba evacuando a civiles atrapados en una zona de combate entre el Ejército y los paramilitares de Sudán.
En un comunicado, el CICR dijo estar «conmocionado y consternado» por el «ataque deliberado» contra su convoy, lo que provocó la muerte de dos personas y heridas a otras siete, entre ellas tres miembros de la Cruz Roja, que fueron trasladados de urgencia a un hospital de la zona.
La organización denunció que su convoy, compuesto por tres vehículos y tres autobuses «claramente marcados con el emblema de la Cruz Roja», fue atacado cuando accedió a la zona de donde debían ser evacuados más cien civiles de Jartum, escenario de choques entre el Ejército y el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR).
«La operación humanitaria había sido solicitada y coordinada con las partes en conflicto, que dieron su consentimiento y brindaron las garantías de seguridad necesarias», apuntó el CICR, que lamentó que se vio obligado a evacuar a los civiles, entre los que se encontraban enfermos, niños, huérfanos y ancianos.
Asimismo, recordó que es una organización «humanitaria neutral e imparcial» que desempeña su papel de mediador entre los beligerantes.
El Ejército sudanés dijo anteriormente que había atacado el convoy porque la Cruz Roja no se adhirió a la ruta acordada para realizar la evacuación y, además, fue escoltado por un vehículo armado de las FAR, algo que fue negado por los paramilitares.
Según la versión de los paramilitares, el convoy de la Cruz Roja «se movió solo» y, al entrar en la zona de Jartum controlada por el Ejército, fue «fuertemente atacado» con disparos que se alargaron durante un cuarto de hora, lo que provocó la respuesta de las FAR en defensa de los miembros de la organización internacional.
El Ejército sudanés y las FAR libran desde el pasado 15 de abril una cruenta guerra por el control del país que ha dejado ya más de 12.000 muertos, más de 6 millones de refugiados y desplazados, y ha provocado una catástrofe humanitaria en Sudán.