Ginebra, (EFE).- Las necesidades humanitarias debido al aumento de crisis en el mundo han alcanzado niveles sin precedentes y cada vez más hombres, mujeres y niños dependen de la ayuda para subsistir, según advirtió hoy el presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Jakob Kellenberger.

Al presentar hoy el informe de actividad del organismo en 2010, Kellenberger señaló que los primeros meses de 2011 ya han registrado una sucesión rápida de crisis, como las de Costa de Marfil y Libia, que se han sumado a los conflictos armados ya existentes, algunos desde hace décadas.

A ello se han sumado, agregó, las restricciones presupuestarias de los gobiernos. «El CICR hace un llamamiento para obtener un apoyo financiero urgente», declaró Kellenberger. «La financiación de la acción humanitaria está sometida a una fuerte presión. Varios importantes estados donantes se han visto afectados por la crisis económica mundial, lo que tiene repercusiones hoy en los recursos financieros de que se dispone para llevar a cabo las actividades humanitarias», indicó.

El presidente del CICR recordó que en Costa de Marfil y Libia su organización fue una de las pocas que pudo prestar socorro sin demora a las personas necesitadas gracias a los contactos mantenidos con todas las partes y a su enfoque neutral e independiente.

«Tuvimos que reaccionar rápidamente, fijar las prioridades y revisar los gastos de funcionamiento e infraestructura tanto sobre el terreno como en la sede», explicó. Dijo que el CICR se vio obligado a reducir su presupuesto para el terreno para 2011 en 80 millones de francos suizos (64 millones de euros), un 7,6 por ciento menos de la cantidad inicialmente presupuestada. «Fue un ejercicio penoso, ya que significó recortar 40 millones de francos (32 millones de euros) en los programas de asistencia en materia de salud, abastecimiento de agua y saneamiento, y seguridad alimentaria para las personas que sufren los efectos de conflictos prolongados», añadió.

El presidente del CICR señaló además que el terremoto de Haití, las inundaciones sin precedentes en Pakistán, los enfrentamientos interétnicos en Kirguizistán y la pertinaz sequía en el norte de Malí y Níger han contribuido a un aumento espectacular del número de personas que necesitan ayuda con urgencia, además de los millones de personas en el mundo que siguen padeciendo los efectos de conflictos armados aún sin resolver. EFE