CRUZ  VERDE, Monte Plata. Este pequeño y laborioso poblado, que tuvo sus momentos de gloria por ser la única comunidad ecológica del país porque  producía hortalizas, rubros agrícolas y azúcar orgánica, ha pasado a formar parte del exclusivo círculo de miseria de la tercera provincia más pobre de la República Dominicana.

El viejo ingenio “Santa Rosa”, que durante años produjo miles de toneladas de azúcar orgánica para la exportación, y que fue orgullo de los lugareños, dejó de moler. Sucumbió cuando se produjo la crisis financiera del Banco Intercontinental (Baninter), entidad que financiaba  sus operaciones. El ruido incesante de la maquinaria ya no se escucha. Sólo hay silencio y abandono en su entorno. Sus viejas y oxidadas instalaciones  se mantienen casi intactas.

Los campos sembrados de caña orgánica han desaparecido. En el espacio que se dedicaba a la siembra de rubros agrícolas, libre de abonos y químicos, pastan vacas y caballos.

También desaparecieron los zafacones donde los habitantes de la comunidad reciclaban la basura. Plásticos, botellas de vidrio eran separados, para evitar la contaminación. Otros desechos sólidos eran aprovechados como abono orgánico.

Desapareció la ingeniosa artesanía y manualidades que producían  las mujeres de la comunidad a base de hojas y tallos de plátano, guineo, rulo y coco seco. Eso ya es historia para contar.

Los viveros donde se colectaban plantas endémicas o nativas, trasladadas principalmente del Parque Nacional de Los Haitises, también se fueron a pique. Muchas especies plantadas en la región todavía se conservan.

“Aquí solo quedan los recuerdos de una época muy bonita. Fuimos el ejemplo para el país, pero todo término. Los jóvenes, hombres y mujeres,  han abandonado la comunidad, en busca de trabajo o de mejores oportunidades. Los que nacimos y nos criamos aquí, los que tenemos raíces, como yo, que tengo más de 40 años, nos resistimos a dejar este lugar”, comentó Elsa María Soriano.

Los hombres que se quedarón en Cruz Verde se dedican a la ganadería en pequeña escala; otros se emplearon en fincas ganaderas cercanas. Algunos viven del motoconcho.

El fantasma del abandono en la otrora comunidad ecológica ha tenido otras consecuencias funestas para sus pobladores: el robo de ganado. Los abigeos no dan tregua en la toda la provincia. En comunidades cercanas como El Talao, Las Mercedes, La Altagracia, Rincón Cana, Lombrisoide, Mata Limón y Pueblo Nuevo hay testimonios de reses que han sido descuartizadas en fincas en horas nocturas y la carne trasladada a lugares desconocidos. La vigilancia policial es prácticamente nula en la zona.

“Después que se construyó la carretera Santo Domingo-Samaná, los ladrones de ganado nos tienen al coger el monte. En un mes nos robaron 30 animales. En una noche mataron cinco animales y se llevaron la carne en caballos; en otra finca mataron nueve reses y se la llevaron en vehículos. Sólo se llevan la masa. Nadie sabe de dónde vienen los ladrones, pero sospechamos que tienen cómplices aquí en la comunidad”, dijo Buenaventura Javier.

Sin protección y sin amparo, los lugareños optaron por crear un comité de vigilancia nocturno. “Tenemos que serenear los corrales, porque lamentablemente si nos descuidamos con los ladrones, se lo llevan todo. Necesitamos apoyo de las autoridades para evitar el robo de animales. De lo contrario, los que criamos vaquitas para no morirnos de hambre, vamos a desaparecer”.

POBREZA  Monte Plata es una de las 32 provincias de la República Dominicana. Fue creada a partir de la división de la provincia de San Cristóbal en 1992.

Creación: 20 de agosto de 1982, entrando en vigencia el 1 de enero de 1983. Lleva el nombre de su capital provincial.

Superficie: 2,632.14 km². Población. Hasta el año 2002, según el censo de poblacion y vivienda,  había 180,376 personas: 93,134 hombres y 87,242 mujeres. Densidad: 69 habitantes/km². Porcentaje de población urbana: 42.7%.

Ciudades principales: Municipio cabecera: Monte Plata, con 37,614 habitantes (14,850 urbana y 22,764 rural).

Otros municipios: Bayaguana, Sabana Grande de Boyá, Peralvillo y Yamasá.

Distritos Municipales: Boyá, Chirino, Don Juan, San Francisco, Gonzalo, Majagual y Los Botados.

Montañas: Sierra de Yamasá y el Parque Nacional de Los Haitises. Esta area protegida tiene numerosas y pequeñas colinas que se asemejan a un cartón de huevos vacío.

Hidrología: los principales ríos de la provincia son el Ozama y el Yabacao. Otros ríos son Comate, Rio Boya, Aras, Yamasá, Mijo, Sabita y Guanuma.

Economía: la principal actividad de la provincia es la agropecuaria. Los principales cultivos son la caña de azúcar, cacao, cítricos y otros frutales. En cuanto a ganadería, es importante la vacuna, tanto de leche como de carne (según datos es la tercera provincia más pobre de República Dominicana)

Turismo: es una provincia con muy poco desarrollo turístico; solamente algunos ríos, como el Comate, son visitados por residentes y de provincias vecinas. Bayaguana es un importante centro de peregrinación.

Zoom

Lugares de interés

Monte Plata tiene lugares de interés histórico, turístico y cultural. Sin embargo, los gobiernos que se han sucedido desde la muerte de Trujillo no han hecho las inversiones necesarias para mejorar la calidad de vida de sus habitanes ni para generar empleos. Los políticos que han ocupado curules, en el Senado de la República y la Cámara de Diputados, tampoco han aportado al desarrollo de la provincia. Una prueba de ello es que la mayoría de sus habitantes están sumidos en la pobreza extrema. De las 32 provincias, Monte Plata es la tercera más pobre del país.

Sitios turísticos

– Balneario del Rio Comate, en Bayaguana. Los fines de semana cientos de personas visitan ese lugar. El mal estado de la carretera dificulta su acceso. La comunidad ha reclamado sin éxito al Gobierno la construcción de la vía para incentivar el turismo.

– Salto del Socoa, en Monte Plata. Es un lugar paradisíaco, uno de los espacios más hermosos y exhuberantes de la provincia.

– Parque Nacional de Los Haitises, un área protegida que ha sido casi devastada con el paso de los años, hasta llevar la zona boscosa al borde de la extinción. Decenas de campesinos practican allí el conuquismo.

– Salto de Rio Boyá, en Gonzalo. También se le conoce como “El 12” y “El Charco de las Culebras”. El lugar ha sobrevivido a las embestidas de los depredadores que durante años deforestaron las márgenes del rio.

– Iglesia de Boyá. Fue uno de los últimos reductos de los indígenas que poblaron la isla antes de llegar los españoles.

El Charco de Salvador. Es un hermoso lugar ubicado en la cabecera de Rio Boya. Los depredadores han deforestado parte de su entorno.