Céspedes pide invertir mucho más en educación

Céspedes pide invertir mucho más en educación

POR UBALDO GUZMAN M.
El Premio Nacional de Literatura 2007, el crítico literario Diógenes Céspedes, consideró ayer que para revertir el descalabro de la educación dominicana se necesita invertir de demasiado dinero.

Entrevistado en su residencia, un día después de haber obtenido el galardón de las letras nacionales, Céspedes también dijo que los gobiernos se pasan dos años tratando de estabilizarse en el poder y los dos siguientes buscando quedarse.

Expresó que de esa manera no se puede llegar a ningún lado en la educación dominicana, aunque dijo  no tener una receta para la corrección de sus males.

Consideró que, al igual que otros países que han pasado experiencias similares a la dominicana, esta nación puede copiar sus resultados y aplicarlos.

Expresó que como lo que se invierte en educación no se ve al mediano y corto plazo, los gobiernos no gastan dinero en ese sector.

Además, afirmó que hay gobernantes perversos que piensan que es más fácil gobernar con personas analfabetas.

Cree que el país puede levantar la educación como hizo Japón y Chile, así como otras naciones que han erradicado el analfabetismo.

Cree que la educación debe privilegiar la fusión de lo tecnológico con lo humanístico.

“Lo fundamental en la educación es inversión y voluntad política, pero si el que dirige los destinos del país piensa para su coleto que es más fácil gobernar un país de analfabetos, entonces se cae en esa línea y no invertirá en eso”, explicó.

A su juicio, el derrumbe de la educación dominicana comenzó con el desmantelamiento de la escuela hostosiana en el decenio del 50 del pasado siglo.

Dijo que la política de la escuela hostosiana—libertad y democracia—no le convenía a la dictadura de Trujillo, por lo cual el grupo de conservadores encabezados por Manuel Arturo Peña Batlle arremetió contra ella.

Cree que el proceso de transformación de la educación es muy lento y que a veces dura siglos para dar los resultados.

Señaló que el Estado no le ha prestado mucha atención a la educación, sobre todo, porque desde su fundación en 1844 se ha caracterizado por el clientelismo y el patrimonialismo.

Agregó que eso significa que todos los bienes públicos le pertenecen a quien está gobernando, quien los reparte entre sus amigos, familiares y relacionados.

El crítico literario insistió en que la educación es intangible y los resultados se ven a largo plazo.

Indicó que tras la muerte de Trujillo, la educación cayó en manos de los sindicatos de profesores apéndices de los partidos políticos, sobre todo de las organizaciones de izquierda.

Explicó que la izquierda dominó los sindicatos y las asociaciones profesionales durante el decenio del 60, mientras que en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), formadora de profesores, la educación se desplomó.

Indicó que la situación se agravó más cuando los profesores de la UASD, la mayoría de ellos conservadores, fundaron la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UMPHU), en 1966.

 Estos tuvieron que ser reemplazados por profesores improvisados, recuerda.

“Toda esa gente que entra en 1965 y 1966 a la UASD, en virtud del Movimiento Renovador, eran profesores de la escuela secundaria, entran al Colegio Universitario y ahí comienza la  gran deformación del estudiantado a nivel de los estudios lingüísticos, gramaticales y literarios”, explicó.

Expresó que el descalabro de la educación dominicana se manifiesta en los sectores público y privado y señaló que hay colegios que mantienen un estándar de calidad.

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