Céspedes recibe el premio de F. Corripio

<p>Céspedes recibe el premio de F. Corripio</p>

POR FERNANDO QUIROZ
El escritor y periodista Diógenes Céspedes dijo anoche, al recibir el Premio Nacional de Literatura 2007, que si la creación de riquezas no se acompaña de un reconocimiento justo y de su distribución equitativa, así como de lo nuevo en materia de artes y ciencias, la sociedad se volverá vacía y estéril, terminando en la desaparición.

Céspedes recibió el máximo premio a las letras nacionales, galardón que otorgan la Fundación Corripio y la Secretaria de Cultura, a la obra de toda una vida de un escritor.

 

Tomó de la historia antigua e hizo un paralelismo con Grecia y Roma, Lidia y Frigia (Creso y Midas, reyes), destacando cómo las dos primeras trascendieron y las otras dos desaparecieron, pese a todas haber acumulado grandes riquezas. 

“Acepto, con humildad y sin orgullo teórico, el Premio Nacional de Literatura 2007 como un reconocimiento social a mi persona por la obra de una vida y como un galardón simbólico a las generaciones que luego de caída la dictadura de Trujillo lucharon y luchan aún”, expresó el intelectual.

Estas generaciones, agregó, han luchado por una sociedad ampliamente democrática, con justicia y equidad, dotada de una distribución justa de las riquezas producidas por sus habitantes, con una vigencia plena de los derechos humanos, sociales y políticos y con un respeto impecable al medio ambiente.

“Esa fue la utopía de mi generación y tengo el pálpito de que todavía, en lo recóndito del corazón, para la mayoría absoluta de los dominicanos que han centrado su vida en valores, esta utopía sigue vigente”, insistió.

La entrega del premio, en el Teatro Nacional, estuvo encabezada por el secretario de Cultura, José Rafael Lantigua, así como por el presidente de la Fundación Corripio, empresario José Luis Corripio.

Asistieron numerosos personas vinculadas a las letras y al quehacer cultural.

El premio incluye un certificado que declara al autor como ganador por parte de la Secretaría de Cultura y de un metálico de RD$500,000, que otorgó la Fundación Corripio.

Fue electo por un jurado integrado por representantes de la Secretaría de Cultura, la Fundación Corripio y rectores de universidades.

Céspedes dedicó el premio a su esposa Ramonina Brea y a su hijo José Carlos, por el apoyo total que siempre dijo haber recibido de ellos.

Agradeció a todos los amigos del país y del extranjero que se comunicaron con él para felicitarle por esa distinción.

Igualmente, agradeció el reconocimiento a los miembros del jurado integrado por los rectores de las universidades, Central del Este, Católica Madre y Maestra, Nacional Pedro Henríquez Ureña, Autónoma de Santo Domingo, Católica de Santo Domingo, el Instituto Tecnológico de Santo Domingo, así como por la Secretaría de Cultura y a la Fundación Corripio.

PROPUESTA

Aunque una parte de las bases del Premio Nacional de Literatura fue modificada por el jurado para que incluyera la historia, la oratoria, la didáctica y el ensayo, Céspedes hizo una propuesta al secretario de Cultura y a la Fundación Corripio.

Abogó porque el Premio Nacional de Literatura, considerado por la comunidad cultural nacional como el Nobel dominicano, permanezca limitado a los llamados géneros tradicionales, como son la poesía, la novela, el cuento, el teatro y el ensayo.

Propuso que sean la Secretaría de Cultura y la Fundación Corripio las que asuman la creación de otro “Nobel dominicano” en el ámbito de las ciencias sociales, de modo que incluya las obras de una vida en historia, sociología, economía, antropología, etnología, pedagogía, filosofía.

LO PREMIADO

Entiende que por primera vez en la cultura-sociedad dominicana, el jurado de este concurso, gracias a la modificación aludida, premia la teoría  y la práctica de la crítica literaria.

Dijo que se ha premiado un método llamado poética. “¿Cómo definirlo?”, se preguntó. “Con la aplicación rigurosa de sus conceptos, es un método que tiene por objetivo, la determinación del valor de una obra literaria”, también se respondió.

Ante el cuadro deprimente de la cultura “light” y su modelo de literatura frívola, Céspedes planteó que la poética es el discurso alternativo de los valores en el siglo XXI.

Explicó que los rasgos que distinguen la teoría y la práctica de la literatura “light” son los mismos de la tetralogía “enhebrada por el materialismo”, pero a escala simbólica, donde los signos dominan el valor poético y el texto se convierte en ideología sutil que convoca al sujeto lector a reproducir los activadores que caracterizan a ese sistema social.

REY

Ni en ajedrez, ni en política ni en poética, rey no mata rey, señaló el escritor distinguido.

Esa frase simbólica, añadió, significa que los grandes hablan el mismo idioma y piensan de la misma manera cuando se refieren a las obras de los grandes. “Incluso, si no conocen personalmente al personaje. José Martí definió la crítica como el ejercicio del criterio, libre de alabanzas o reprobación. Meschonnic la definió como sin elogios ni condena ni silencio. Borges dice que las teorías no tienen importancia y que lo importante es lo que se hace con éstas”, dijo.

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