CARLOS NINA GÓMEZ
Nota: Esta columna debió salir ayer, lunes, pero la falta de espacio lo impidió…pero pueden leerla como si se tratara del texto que correspondía a la publicación de ayer en la que recuerdo la memoria de Fausto -Ceja- Rodríguez.

Fausto -Ceja- Rodríguez: Atleta inolvidable…¡ido muy a destiempo de este pícaro  mundo!.

Hoy, 14 de agosto, se cumplen -y parece que fue ayer- 29 años del fallecimiento  de Ceja Rodríguez.

El 14 de agosto de 1977, en un terrible accidente automovilístico -registrado una  tarde lluviosa en la autopista Las Américas- este joven atleta dominicano  perdió la vida.

Pero el suceso tuvo una connotación más trágica. Porque el carismático pugilista nacido en el barrio San Carlos murió, en el acto, junto a su esposa y un pequeño hijo que no había cumplido dos años. Una bebé, de menos de un año,  salvó la vida milagrosamente al igual que Luis Rodríguez, un sobrino de Ceja

Rodríguez que también iba en el auto aparatosamente accidentado.

Ceja Rodríguez -y lo ratifico- ha sido el atleta más carismático, de más ángel, que ha parido el deporte de República Dominicana.

Su sentida muerte, y las de su esposa e hijo, constituyeron un duelo nacional. No sólo los cientos de miles de deportistas dieron muestra de dolor por su trágica muerte, sino toda la nación.

Recuerdo que cuando recibí la infausta noticia, aquella plomiza tarde del 14 de agosto de 1977, compartía con varios amigos en un colmado de mi querido y romántico barrio San Carlos…¡a los pocos minutos de conocerse la noticia, en todo el sector capitalino las lágrimas fueron colectivas!.

Casi campeón mundial

Al recordar a Fausto -Ceja- Rodríguez, como siempre lo hago al llegar la fecha de su trágica muerte, reitero -cuando me hacen la pregunta- que este fornido boxeador reunía todas las condiciones para coronarse campeón del mundo en el peso welter (147 libras).

Una semana antes de perder la vida -y tras ofrecer una exhibición de buen boxeo al derrotar en diez asaltos al estadounidense Alfonso Hayman-, ya se hacían los arreglos para la firma de un combate titular con el mexicano Carlos  Palomino.

Palomino a la sazón era el campeón welter avalado por el Consejo Mundial de Boxeo (CMB). Su paisano, José Pipino Cuevas, ostentaba el título de la misma división, pero versión Asociación Mundial de Boxeo (AMB).

Tengo que volver a escribir que este estelar gladiador quisqueyano, hermano del hoy comentarista de boxeo Horacio Bakemón Rodríguez, ha sido el mejor peso welter en la historia del boxeo profesional de República Dominicana.

Las mejores demostraciones, como peleador de las 147 libras, las ofreció cuando enfrentó al estadounidense Harold Weston, en pelea realizada en Nueva York, y a su compatriota Darío Hidalgo -cuando precisamente cruzaron guantes el 14 de agosto, pero de 1974- en el Palacio de los Deportes de Santo Domingo…a los dos los derrotó por decisión.

Y a los dos los mandó a la lona, en el clímax de ambas peleas, con su poderosa derecha.

Pero, además, Ceja Rodríguez, frente a otro rival estadounidense, Johnny Gant, ofreció capacidad de buen peleador…a Gant, un estilista y experimentado técnico, lo venció en diez rounds. Al cumplirse casi tres décadas -seis largos lustros- de su muerte, todos debemos recodar a este estelarísimo atleta dominicano.

Porque en definitiva, Ceja Rodríguez continúa presente en la memoria del pueblo deportista dominicano…¡y es que Ceja Rodríguez fue un boxeador que nadie olvida!. Por esta razón las nuevas generaciones de deportistas deben recordar, todo el tiempo, a Fausto -Ceja- Rodríguez, el campeón nacional welter de siempre.

AL MARGEN.- Agradezco las atenciones que recibí de amigos lectores de esta columna durante mi reciente visita a la ciudad de Nueva York…nuevamente disfruté, en viaje de vacaciones, de todo el glamour de Nueva York que sigue siendo la “Capital del mundo”. Un agradecimiento muy especial a mis grandes amigos Roberto Alméstica, Fernando Navarro, Guarionex Sánchez, Oscar Pérez Carbonell, Felo Hrnández y Francisco Díaz. Péerez Carbonell y Felo Hernández son dos capacitados árbitros de boxeo y Francisco Dáz es un ex boxeador y ahora promotor y manejador de púgiles.