Hoy 
POR CARLOS NINA GOMEZ
Elio -Enai- Rojas, joven boxeador dominicano residente en Nueva York, ya lleva diez peleas ganadas en el boxeo profesional y sigue invicto. De esos diez triunfos ocho han sido en cuadriláteros de Nueva York, incluidos por lo menos cinco en el monumental Madison Square Garden, escenario de millonarios programas en los que han cruzado guantes leyendas del boxeo internacional.
Enai Rojas, quien brilló en el boxeo olímpico y que -hay que repetirlo- fue perjudicado por una ineficiente actuación médica que ocasionó que le confiscaran la medalla de oro que conquistó en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de El Salvador (año 2002), trillar un buen camino.
Tiene como apoderado al empresario dominicano Antonio Tony Tineo, el mismo que llevó dos veces a Julio César Green a conquistar el campenato mundial del peso mediano (160 libras). Mientras que Tony Tineo cuenta con la protección de Don King, El Zar del promotaje del boxeo profesional en Estados Unidos.
En su más reciente combate, también montado en Nueva York, el muchacho, que apenas tiene 20 años de edad, volvió a salir por la puerta del éxito.
SIN PRISA
Es lógico que cuando un peleador de las condiciones que adornan a Enai Rojas tiene un comienzo tan positivo se comience a pensar en ¡grande!.
Vale decir, en ir preparando el escenario para llevarlo a contender por un campeonato del mundo.
De acuerdo con informes que llegan desde Nueva York, suministrados por el propio Tony Tineo, su pupilo irá en busca, quizás a finales de marzo o mediados de abril, de una corona regional de Estados Unidos. Es un título importante, que sirve de antesala -y fogueo- para en un futuro cercano lanzarlo a la conquista del cetro mundial de las 126 libras. Lo normal es, según la tradición del boxeo profesional, que un boxeador vaya a una pelea campeonato mundial cuando ya haya por lo menos combatido 18 ó 20 veces.
Lo que quiero advertir es -y creo que Tony Tineo está conteste con mi criterio- que no se debe apresusar a Enai Rojas, que hay que llevarlo como hasta ahora: Realizando cómodas peleas en las que siga enseñando sus excepcionales condiciones.
