El pasado sábado, en el Coliseo «Teo» Cruz, se registró un trascendental acontecimiento del pugilismo local.

 Un acontecimiento, creo, fuera de lo común.

Jennifer Vicente, joven boxeador, explosionó sus puños sobre la anatomía del veterano Héctor Julio Avila. Y lo fulminó en menos de cinco minutos.

 Demolió a Héctor Julio en base a unos relampagueantes y fortísimos golpes que su rival nunca se imaginó que llegarían tan rápido.

 Quien bautizó a Vicente con el mote de «El Rayo», ha tenido mucha razón al inventarse tal bautismo.

 Porque, efectivamente, fue especie de un rayo el que cayó  en el atropellado cuerpo de Avila quien ahora sí debe pensar seriamente en colgar los guantes.  La pelea, pactada en un peso convencional (entre 126 y 128 libras ), tuvo un inicio -primer asalto- equilibrado. Un round parejo.

 Sin embargo, casi al sonar la campana para comenzar el segundo asalto, Vicente, como un rayo, colocó un explosivo gancho (de izquierda) que llegó limpio a la mandíbula de Avila quien cayó pesadamente al piso.

 Fue el principio de un fatídico final para el pugilista nativo de La Romana. Apenas pasaron unos 45 segundos para que de nuevo Vicente penetrara, con una lluvia de golpes, al cuerpo de Avila quien en su primera caída ¡ya estaba devastado!

¿Quién será el próximo?

Tras pulverizar a Avila, y prácticamente enviarlo al retiro, los fanáticos -y algunos miembros de la prensa- podrían lanzar esta pregunta: ¿Quién será el próximo rival de Vicente?

 El pasado noviembre Vicente realizó una pelea con otro rival veterano, Francisco «El Ajogao» Lorenzo. Con Lorenzo tuvo que batallar 12 asaltos.

Lo venció, pero por decisión dividida, lo que significa que «no comió con su dama», como ocurrió con Avila.

 Sin embargo, no se habla de una revancha con El Ajogao  Lorenzo quien en su más reciente combate, que celebró con Javier «El Abejón» Fortuna, bajó del cuadrilátero.