CUADRILATERO
 Que el boxeo le dé un duro nocaut a las drogas

<STRONG>CUADRILATERO<BR></STRONG> Que el boxeo le dé un duro nocaut a las drogas

CARLOS NINA GOMEZ
No voy a citar nombres de boxeadores dominicanos que por el terrible mal de las drogas narcóticas hoy son, por así decirlo, escorias humanas.

 Es una realidad muy lamentable, pero no la escondamos. Porque si no revelamos esa realidad entonces, como periodistas -y el periodismo es para informar, orientar y decirle la verdad sin cortapisa a la ciudadanía- estaremos faltando a los postulados de la infomación pública y de la ética profesional.

 En mi labor periodística especializado en deportes, que ya data de casi 28 años, he conocido a jóvenes capacitados de este deporte del boxeo.

Jóvenes con todas las condiciones (condiciones natas) para trillar el camino del éxito internacional.

Varios de esos jóvenes, prospectos del boxeo rentable, se han quedado en el camino…¡y todo por haberse dejado atrapar por el maldito cáncer de las drogas narcóticas.

En medio de su trayectoria atlética esos jóvenes, con las necesarias herramientas para llegar a la cúspide del boxeo mundial, tuvieron un serio obstáculo: Agentes del narcotráfico.

 Los narcotraficantes no tienen objetivos favoritos. Es decir, su gran propósto es buscar víctimas para amansar fortunas.

Y los boxeadores, especialmente aquellos que pueden ser vulnerables a ser atrapados por las drogas, forman parte del propósito narcotraficante.

 He visto, en Nueva York y Puerto Rico, a varios de esos infelices boxeadores  dominicanos ya convertidos en guiñapos sociales.

 Y aquellos que no son parásitos sociales, que andan por esas calles de Dios sin ninguna perspectiva, pues han sido llevados al mercado de las dogas…¡al terrible tráficoy consumo!

 Por fortuna hoy tenemos a boxeadores quisqueyanos, llenos de sanidad, de salud y en excelentes condiciones para triunfar en el rudo deporte de los puños enguantados.

 Son los que no se dejaron atrapar por el narcotráfico y nunca han sido adictos a las drogas narcótcas.

 El gran ejemplo, bien vivo, lo tenemos en nuestro Joan Guzmán quien es un firme campeón mundial y paradigma del boxeo dominicano.

El eficiente trabajo de la DNCD

La Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), que preside el general Rafael Radhamés Ramírez Ferreira y que tiene como vocero al dilecto amigo periodista Roberto Lebrón, ha realizado -en los últimos años- una titánica labor contra el narcotráfico. Es un eficiente trabajo que no se detiene.

 Esa labor, que tiene un trascendente auxilio de la DEA (Departamento Antidrogas de Estados Unidos), ha contribuido, obviamente, con la salud mental de nuestros atletas en sentido general. Recuerdo aquellos encuentros con los peloteros dominicanos que trabajan en el béisbol de Grandes Ligas.

Esos encuentros, amistosos y deportivos, los organizaba la DNCD por iniciativa de un gran deportista, el amigo coronel Jacobo Moquete. Ojalá que esos encuentros con deportistas se renueven.

 Precisamente Joan Guzmán y otros boxeadores criollos, también participaron en aquellos encuentros organizados por la DNCD.

 El país vive momentos de mucha tensión por las tantas drogas que se distribuyen en barrios de la capital y pueblos del interior.

 El boxeo, con la estelaridad de sus peleadores dominicanos, debe darle un nocaut a las drogas narcóticas y evitar que ese mal social oxide las anatomías de nuestros pugilistas.

 La Comisión Nacional de Boxeo Profesional, que tiene como incumbente a Genaro Fanjul, debe organizar una urgente campaña en ese sentido.

AL MARGEN: Mi felicitación (sincera) al colega Dimaggio Abréu por haber ganado el primer lugar en el III Concurso de Literatura Deportiva Profesor Juan Bosch que organiza la Secretaría de Deportes, Educación Física y Refreción (SEDEFIR). Merecido el galardón obtenido por el experimentado periodista deportivo. Es un premio al trabajo, honestidad y profesionalidad que realiza la prensa especializada en deportes de nuestro país.

 

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