CUADRILATERO
Se ha ido un grande de la prensa deportiva, don Billy Berroa

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Por CARLOS NINA GOMEZ
Billy Berroa, gloria del periodismo deportivo hispanohablante, ha muerto…se ha ido para siempre. Se ha ido un grande de la prensa deportiva dominicana.

 La noche del pasado miércoles este roble de la prensa deportiva de República Dominicana falleció tras luchar contra un terrible cáncer que lo atacó desde el 2005.

 Confieso que sabía que Billy Berroa se nos iba pronto. Y por esa razón, el pasado 19 de septiembre, le dediquè -en vida- el acto de puesta en circulación de mi más reciente libro que titulo Deportes, atletas y triunfos (Su Repercusión en la Economía Dominicana).

 Quise que por lo menos El Internacional, como se le bautizò por su estelaridad profesional a nivel de los paìses del continente, supiera que lo teníamos bien presente.                                               

 Su inolvidable compañera, la distinguida dama Carmen Olmos de Berroa, nunca lo abandonó.

 La última vez que vi a Billy, postrado en su cama de enfermo terminal, me le acerqué para informarle que le iba a dedicar, con mucho cariño y solidaridad, el acto en el que iba a dar a conocer mi obra.

Cuando se lo informé, Billy, ya cansado, con la muerte en sus ojos, pero con una sonrisa de buena gente, me dijo: Muchas gracias Nina Gómez, muchas gracias Ninòn, eres muy amable. Te deseo éxito Ninón en tu libro». Asì, «Ninón», solía llamarme de cariño el veteranísimo cronista deportivo dominicano Porfirio -Billy- Berroa Carbuccia, hijo de la deportiva provincia de San Pedro de Macorís.

Mis ojos se humedecieron cuando tuve aquella breve conversaciòn con el querido Billy…no volví más a su residencia, donde pasaba los últimos días de su vida, porque cada vez que le veía la tristeza se apoderada de mi.

No obstante, me mantuve en comunicación con su esposa, doña Carmen Olmos, y con el colega Ramón Cuello, presidente de la Asociación de Cronistas Deportivos de Santo Domingo (ACD), para darle seguimiento a su deteriorado estado de salud.

No lo olvidemos nunca

Lo tengo bien claro: Cuando muere un ser querido, por más que lo querramos, al poco tiempo de producirse su fallecimiento, lo olvidanos.

Aunque en los primeros días, semanas y hasta meses, queremos recordarlo con homenajes, minutos de silencio, actos salpicados de pura demagogia, entre otras actvidades formales.

En el caso de Billy Berroa, les revelo -y sin ningún propósito de zaherir epidermis-, que en una ocasión le solicité a un ejecutivo de una institución que organizara la dedicación de un homenaje, en vida, a hoy extinto periodista deportivo dominicano.

No recibí ninguna reacción al respecto…ahora, tengo la seguridad, que a quien le hice el citado planteamiento debe estar arrepentido de no aceptar mi sugerencia. ¡Y quizás en algún momento anuncie el homenaje para recordar la menoria del querido Billy Berroa.

Tuve la suerte profesional de trabajar con Billy Berroa en varias transmisiones de carteleras de boxeo.

Porque Billy Berroa, además de ser un estelar narrador de béisbol, así como depurado redactor en la prensa escrita y columnista agudo,  también era un capacitado narrador de boxeo. Gané prestigio al estar a su lado en labor profesional.

En un bien escrito editorial, el diario El Caribe resaltó los altos méritos ganados por Billy Berroa en sus más de 50 años de una ininterrumpida labor profesional.

Manuel A. Quiroz, el director de El Caribe, hizo gala de su prolífera pluma al, en el editorial de marras, poner en su justo lugar la figura paradigmática de don Billy Berroa.

La crónica deportiva nacional se siente profundamente agradecida por los comentarios expuestos por  Manuel A. Quiroz en el editoral de prestigioso periódico El Caribe.

Se nos ha dido Billy Berroa, uno de los grandes del periodismo deportivo hispanohablante…un periodista deportivo capacitado, honesto, que trabajó poniendo en alto los principios éticos.

Se nos ha ido para siempre Billy Berroa, pero su ida de de la Tierra no va a ocasionar el tradicional olvido que afecta a nuestros muertos.

¡Porque a Billy Berroa sus colegas dominicanos, y mucho menos su adorada familia, encabezada por su eterna compañera doña Carmen Olmos, ¡nunca lo vamos a olvidar.

¡Billy Berroas estará siempre con todos nosotros!

AL MARGEN.

Para los deportistas que me han preguntado sobre el destino de mis libros,  les informo que pueden comprarlos en las librerías Meteca y La Trinitaria, en Santo Domingo…y gracias a quienes han hecho comentarios positivos a mi más reciente obra que titulo Deportes, atletas y triunfos (Su Repercusión en la Economía Dominicana). Gracias del alma.

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