CARLOS NINA GÓMEZ
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Mike Tyson, lo reitero, volverá a los cuadriláteros. Volverá a calzarse los guantes porque Mike Tyson es boxeador.

 Es lo único que sabe hacer: boxear.

Cuando una persona sólo sabe hacer una cosa, pues tiene que dedicarse a lo que sabe hacer, ¡hasta el fin de sus días!.  Ese es exactamente el caso de Mike Tyson.

Desde luego, en el caso del atleta, llega el momento en que ya usted no tiene capacidad,  condiciones físicas y técnicas para seguir en el accionar deportivo. Tyson, quien ya cumplió 41 años, tiene todavía condiciones para continuar tirando puños.

Además de que necesita ganar dinero. El otrora imbatible campeón mundial de los pesos completos tiene deudas con el fisco de Estados Unidos.

Ganó mucho dinero, pero su mala práctica, las alocadas diversiones, las mujeres y la explotación de la que fue víctima por parte de promotores y malos consejeros -encabezados por Don King- lo llevaron a la ruina.

Hoy es un hombre pobre y vilipendiado por sus gratuitos enemigos.