POR CARLOS NINA GÓMEZ
Durante más de veinte años he sido un trabajador del periodismo deportivo.Pero mi fuerte, en este sacrificado oficio, ha sido el boxeo.

Es decir, que aunque he laborado como periodista especializado en deportes- y de hecho he cubierto más de diez certámenes deportivos internacionales, además de nueve ediciones de Series de Béisbol del Caribe-, siempre preferí considerarme como reportero de boxeo…¡especialmente analista de esta disciplina!.

En mi trabajo, durante 15 años, como corresponsal de la agencia noticiosa norteamericana United Pres International (UPI) los ejecutivos de la compañía me asignaron la exigente fuente del boxeo.

Y así , cuando me tocó cubrir justas internacionales, como Juegos Centroamericanos y del Caribe, Juegos Panamericanos y las Olimpíadas de 1992, montadas en la ciudad de Barcelona, España,  así como carteleras en las que se disputaron campeonatos mundiales de boxeo, me asignaron el rol de redactor de las competencias boxísticas, aunque también me tocó cubrir otros deportes.

Como la gente comenzó a identificarme -y así se me encasilló- como especialista en boxeo,  me consideré como tal. Hasta me propuse escribir libros sobre boxeo .

 Tengo varias publicaciones en las que abordo el tema de boxeo. Mi más reciente obra, concerniente al llamado deporte de los puños enguantados, la titulo ¡Oh Boxeo Dominicano! -Su historia- en la que hago una radiografía del pugilismo nacional y toda su intringulis.

El negocio del boxeo

En muchos de mis artículos, reportajes y análisis, he llamado al boxeo como negocio.

Negocio porque el objetivo de sus promotores es, como es lógico, buscan materializar éxitos económicos. ¡El negocio es invertir dinero para sacar beneficio económico!

Y en el negocio se gana y se pierde. Cuando se pierde, el empresario, obviamente, no alcanza su objetivo.

En Estados Unidos el boxeo profesional es un gran negocio.

Sus organizadores, me refiero a promotores y los agentes-magnates de la televisión, que casi siempre ven logrados sus propósitos financieros.

Lamentablemente lo mismo no ocurre en nuestros países.

En estos tiempos el boxeo de paga no logra levantarse.

En Venezuela, Panamá, Colombia y República Dominicana, para poner como ejemplos a estas naciones, el pugilismo “no da pie con bola” a pesar de contar con estelares peleadores entre ellos monarcas mundiales.

Contrario a otras épocas, como las que se vivieron en las décadas de los 60, 70 y 80, el boxeo de Latinaomérica y el Caribe atraviesa por una seria crisis.

México y Puerto Rico se podrían citar como las excepciones (positivas) del boxeo profesional en América Latina respecto a beneficios económicos que favorecen a sus promotores y boxeadores.

En las siguientes entregas pretendo precisar aspectos puntuales, muy importantes. E igualmente hacer revelaciones espeluznantes que atañen al boxeo profesional de República Dominicana.

AL MARGEN. Wanda Meskus, joven periodista deportiva del país, vive desde hace 15 años en Estados Unidos. Ella está en un “exilio económico voluntario”. Como están cientos de miles de dominicanos y dominicanas.

Ahora que la Asociación de Cronistas Deportivos de Santo Domingo (ACD) prepara un acto especial para las mujeres cronistas, creo que debe tomar en cuenta a Wanda Meskus quien a mi juicio es una de las más capacitadas y académicas de la camada de mujeres periodista dominicanas especializadas en deportes.
E-mail: carlosninagomez@yahoo.com