POR CARLOS NINA GÓMEZ
Evander Holyfield, con su insistencia de seguir en el boxeo activo, ocasionará que de los libros se borren grandes méritos que acumuló en su exitosa carrera. Este capacitado boxeador estadounidense, nacido en la ciudad de Atanta (del estado de Georgia), se ha propuesto la meta de volver a ser campeón del mundo de los pesos completos.

No está conforme con sus resonantes éxitos…el hecho más trascendente de Holyfield se resume en las cuatro veces que ha sido campeó del mundo de la llamada “división madre”.

Este estelar atleta, ganador de una medalla (de bronce) olímpica, al llegar al boxeo de paga imapctó con su estelaridad.

Siendo un natural peso semicompleto y después llegar a la categoría de los cruceros (190 libras), Holyfield decidió invadir la categoría completa.

Para llegar a la división de los máximos pesos se sometió a un riguroso programa de ejercicios, alimentación y orientaciones médicas en base a la nutrición y a lo scicológico, …¡y logró el milagro!.

¿Cuál fue el milagro?. Convertirse en un peso completo y al poco tiempo adueñarse de la corna mundial tras, en un sorpresivo resultado (en noviembre de 1996), derrotar por nocaut en el undécimo round a Mike Tyson. Cuando en frentó a Tyson las apuestas estaban 30-1 en su contra. ¡Y se fueron al piso todos los pronósticos!.

A partir de ese feliz momento, Holyfield comenzó a ganar fama, mucho dinero y prestigio.

Su solidez se afianzó cuando en la pelea de revancha con Tyson, en junio de 1997, revalidó la corona. Claro, como lo he escrito en varias ocasiones, aquella fue una victoria pírrica, por descalificación de Tyson, quien devolvió con mordiscos los cabezazos que le había propinado el campeón.

Sin embargo, a Holyfield no se le debe “regatear” méritos por el hecho de haber ganado el segundo pleito con Tyson a base de truchimanerías…porque en el discurrir del tiempo fue acumulando éxitos que lo catapultaron como un firme monarca mundial.

Pero, ¿por qué tanta testarudez?

Los grandes atletas, quizás por el tan criticado ego humano, casi nunca quieren retirarse a tiempo.

Son incontables los casos de extraordinarios atletas, y entre ellos centenares miembros del boxeo, que ya sin condiciones para seguir en activo insisten en seguir en el escenario competitivo.

El caso de Evander Holyfield es uno de ellos…pero, ¿por qué Holyfield insiste en continuar en el cruce de guantes?.

Después de un nuevo regreso, Holyfield ha ganado dos peleas. Dos triunfos frente a mediocres y desconocidos rivales.

Pero él cree que estas dos victorias es una “demostración” de que está apto para ir de nuevo, a una pelea de campeonato mundial.

Porque Holyfield ha declarado, con voz firme, que se objetivo es ganar la corona mundial completa por quinta ocasión. De materializar ese sueño, que expongo en forma categórica que no será posible, sería algo sencillamente grandioso.

Holyfield, a sus casi 45 años de edad, no podrá regresar a la cima del boxeo de ahí que le reitero mi consejo de que se olvide de las cuerdas, que acepte la realidad, que no busque en el cuadfrilátero “lo que no se le ha perdido”.

Lamentablemente Holyfield ha sido clasificado en el ranking mundial lo que significa que en cualquier momento, aunque pierda hasta la vida en el ring, está autorizado a pelear por la faja del mundo.

Que Dios acompañe al ya acabado y viejo Evander Holyfield…¡y que su testarudez no ocasione un terrible suceso en el cuadrilátero que todos, obviamente, vamos a lamentar!.

AL MARGEN. Con el “trabuco” que llevará nuestro país a la Serie de Béisbol del Caribe las posibilidades para que las Aguilas Cibaeñas se coronen campeonas de ese clásico son amplias. Quiero que una vez más quede demostrado que “las Aguilas, son las Aguilas”.

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