Cuadrilátero
Laila Alí le dio un buen regalo a su mítico padre

<p><strong>Cuadrilátero</strong><br/>Laila Alí le dio un buen regalo a su mítico padre</p>

POR CARLOS NINA GÓMEZ
Muhammad Alí, considerado como lo máximo del boxeo moderno en la división de los pesos completos, debe sentirse altamente orgulloso de su hija, Laila Alí.

Esta joven boxeadora estadounidense continúa imponiendo su estelaridad…¡sin darles tregua a sus rivales cada vez que sube al cuadrilátero!.

La noche del pasado sábado Laila prácticamente ni sudó para devastar, en menos de dos minutos, a la frustrada pugilista nativa de Guyana Gwendolyn O’Neil.

De esa manera retuvo la corona de los supermedianos (168 libras), que avalan el Consejo Mundial de Boxeo (CMB) y la Asociación Mundial de Boxeo de Mujeres.

El pleito, realizado en el marco de un programa montado en Johannesburgo, Sudáfrica, resultó muy desigual por la calidad de la hija del más carismático de todos los boxeadores en la historia del boxeo.

Según la historia que publican las agencias noticiosas internacionales, Laila Alí exhibió, como lo hace siempre, un boxeo depurado y atropellante.

He visto varias peleas de Laila…y prácticamente en ningún momento esta capacitada peleadora ha dejado ver debilidades o errores técnicos.

 Sin haber sido, nunca, entrenada por su padre, Laila Alí emula al Más Grande…lo emula en su “finta”, en su artístico boxeo lateral, en sus andanadas de puños lanzados en seguidillas, sin desperdicio y -y esto es muy importante- en su ejemplar conducta fuera de los cuadriláteros.

Un regalo a los 65 años de Muhammad Alí

Muhammad Alí, gravemente enfermo del mal de Parkinson, todavía celebra su cumpleaños número sesenticinco que cumplió el pasado 17 de enero.

Laila Alí, con ocasión del onomástico de su progenitor, le dio un buen regalo…el regalo, que de seguro Muhammad lo recibió lleno de contento, fue el haber revalidado su corona mundial de los supermedianos.

Muhammad Alí, ícono y atleta mítico del deporte mundial, siempre está atento al trabajo de su hija en los ensogados…¡pero también a sus andares cuando no está en el cruce de guantes!.

 El ex tres veces monarca mundial de la categoría pesada no tiene quejas de Laila Alí…todo es positivo en ella y cuando se informa de sus tirunfos, la abraza, la mima y le da ánimo para que sigas logrando éxitos, como ocurrió con él.

Muhammad está enfermo, pero no deja ser ser un hombre feliz por todos los éxitos obtenidos a lo largo de una extraordinaria y mítica carrera profesional.

Y, como lo hace ahora su hija, de tener un comportamiento honesto, con dignidad y siempre apegado a los principios que norman la conducta de un ciudadano universal que, además, nunca transigió con sus creencias.

El criterio que tiene la prensa de Estados Unidos -y me adhiero a ese pensamiento- es que Laila Alí, cuando finalice su carrera, ocupará, igual que su padre, un sitial de privilegio en el deporte mundial.

AL MARGEN. Darío Jiménez, de la nueva camada de comentaristas deportivos, nativo de Las Vega, dio cátedras en la cadena de televisión del equipo Gigantes del Cibao en la recién concluida temporada del béisbol otoño-invernal…Darío Jiménez, como comentarista de la citada cadena, me dejó impresionado y, claro, igualmente satisfecho. En Darío Jimémez estamos ante un nuevo estelar miembro de las transmisiones beisboleras. Sus comentarios son claros, precisos, objetivos y ante todo desapasionados, como debe ser el trabajo de un profesional de la televisión deportiva nacional.

 E-mail: carlosninagomez@yahoo.com

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