¿Cuál es el precio del éxito de las grandes figuras del deporte?

¿Cuál es el precio del éxito de las grandes figuras del deporte?

Los analistas están de acuerdo, sin discusión alguna, con que los deportistas estelares de alta competición son los protagonistas del espectáculo deportivo, sin los cuales no existiría el deporte profesional ni nada de lo que rodea este fenómeno humano, considerado uno de los más grandiosos del mundo actual.

Sin embargo, no todos han podido conceptualizar sobre el hecho de que los éxitos y compensaciones de los campeones llevan asociadas algunas secuelas que se conocen como el precio que tienen que pagar por sus sobresalientes logros, lo cual muchas veces termina por afectar su imagen y el ritmo de sus vidas.

Según el autor español Santiago Coca, a las figuras de la élite deportiva les están minando su protagonismo y cualquier debilitamiento de su categoría privilegiada significa un gravamen a los que están supeditados, es decir, su cruz al lado de los triunfos que son la cara de la moneda competitiva.

Son diversas las circunstancias que se pueden conjugar para la ocurrencia de tales derivaciones. Pagar un precio por el éxito es, por ejemplo: estar dispuesto al rechazo de la sociedad tan pronto comience la etapa de declive, perder la intimidad sintiéndose deudo de la opinión pública, es no perder la cabeza de creerse perfecto para siempre y abrirse a la autocrítica y la crítica.

Son incontables los casos de famosos deportistas que han pasado por este trance, al extremo de ver rodar su encumbrado prestigio a niveles muy bajos.

Uno de los casos más sonados de los últimos tiempos involucra al ex toletero dominicano Sammy Sosa, quien en su momento llegó a ser el pelotero más popular de las grandes ligas. Su nombradía comenzó a desmoronarse cuando en un partido al chocar la bola su bate se rompió y de su interior salió un corcho, considerado como una acción fraudulenta. La prensa norteamericana lo atacó inmisericordemente por ese desliz.

Sosa ha sido el único beisbolista en la historia en haber conectado 60 o más jonrones en una temporada en tres ocasiones, y tuvo el honor de ser invitado por el presidente Bill Clinton al Discurso del Estado de la Unión en 1999.

Luego de su retiro, el New York Times en su publicación del 16 de junio de 2009, informó que el antiguo estelar de los Cachorros estaba en una lista de jugadores que dieron positivo por drogas para mejorar el rendimiento en 2003.

La cuestión es que el ex jonronero ha sido durante mucho tiempo tema de especulación sobre sospecha de uso de esteroides durante su carrera como jugador. Estos cuestionamientos han ocasionado que Sosa cada vez haya conseguido menos votos para ingresar al Salón de la Fama de las Grandes Ligas.

Se ha llegado al convencimiento de que existe una manipulación consentida o no por los deportistas de alto rendimiento y profesionales, víctimas o beneficiarios conforme a instancias no deportivas que conforman un sinfín de intereses de donde se derivan tales secuelas negativas. Se han determinado tres fuentes principales de las mismas: la política, el dinero y la espectacularidad.

Lo preocupante del alto precio por el éxito es que muchas veces carga más pesado cuando el individuo tiene la desventaja en una sociedad exclusiva y racista, situación donde los poderosos medios de comunicación se ensañan contra los más vulnerables.

 

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