¿Cuál es la mejor opción? “Bypass” o angioplastia con stent

¿Cuál es la mejor opción? “Bypass” o angioplastia con stent

POR JOSÉ PIMENTEL MUÑOZ
En la República Dominicana ha comenzado a repercutir una investigación realizada en el Estado de Nueva York según la cual un procedimiento intervencionista muy en boga en los últimos años, incluso en nuestro país,  para el tratamiento de las arterias coronarias obstruidas –la angioplastia complementada con stent– podría tener a la larga un mayor riesgo de muerte que la cirugía a corazón  abierto.

Dos funcionarios del Instituto Dominicano de Cardiología (IDC) –los doctores Rafael Pichardo y José Miguel Pantaleón- han sido los primeros en Santo Domingo en referirse públicamente a los resultados de la investigación, publicados recientemente por el New England Journal of Medicine.

Pichardo, jefe de investigaciones del IDC y Pantaleón, cabeza del departamento de hemodinamia, consideran muy importantes las conclusiones de la pesquisa porque estimulan discusiones acerca de uno de los temas de primer orden en la medicina.

“Es evidente que luego de treinta años de publicaciones sobre la revascularización coronaria, todavía andamos en la búsqueda del método ideal y estas discusiones ayudan a esclarecer el tema porque al fin y al cabo establecen la verdad y sobre todo determinan que cada caso sea tratado con  la mejor opción que requiera el momento y los recursos que tiene el paciente, concepto que no puede olvidarse en este país, donde la mayoría de los enfermos no puede tratarse adecuadamente”, expresó Pichardo

Se entiende por revascularización a la normalización del flujo sanguíneo en una o más arterias coronarias, que son las que cubren el corazón y tienen mucha tendencia a obstruirse por placas de ateromas. La revascularización se realiza en dos formas: con cirugía abierta (generalmente haciendo un bypass o puente arterial que reemplaza el tramo arterial obstruido) o mediante una angioplastia complementada con stent (introduciendo por una arteria de la ingle un catéter que tiene en su punta un balón inflable  que se lleva hasta el punto de la obstrucción. Una vez allí se hace inflar el balón y se abre la placa de ateroma, normalizándose el flujo de sangre. Inmediatamente se coloca en ese lugar, utilizando el mismo catéter, un anillo metálico o stent que garantiza la apertura de la pared vascular).

La angioplastia pura y simple comenzó en 1977, pero aumentó significativamente desde principios de la década del 90 con la aprobación de los stents. En estos momentos, en Estados Unidos y la mayoría de los países desarrollados ese procedimiento intervencionista se emplea tres veces más que la cirugía de bypass.

En República Dominicana no hay estadísticas oficiales de cuál procedimiento es el más empleado. Se sabe, sin embargo, que la cirugía de bypass se está realizando actualmente de manera regular en la Clínica Corazones Unidos, en el Instituto Dominicano de Cardiología, Centro Médico UCE y en Cedimat (Plaza de la Salud). En el hospital José María Cabral y Báez, de Santiago, el cirujano estadounidense Robert D. Pascotto opera tres veces al año. En cambio, la angioplastia con stent, procedimiento menos complejo, se hace en esos mismos centros (excluyendo el Cabral y Báez) y en las clínicas Independencia, de la capital, y Corominas, de Santiago.

Ambos son procedimientos sumamente costosos. En República Dominicana colocar un solo stent cuesta en promedio entre 100 mil y 150 mil pesos. En cambio, una cirugía de bypass (no importa el número de vasos envueltos) cuesta entre 250 y 400 mil pesos, dependiendo del centro donde se realice. En Estados Unidos, una cirugía de este tipo cuesta alrededor de 30 mil dólares, mientras que colocar de dos a tres stent sale entre 12 y 15 mil dólares.

El estudio

La investigación publicada por el New England Journal of Medicine está basada en un análisis en dos bases de datos del Estado de Nueva York, de casi 60 mil pacientes con enfermedades graves del corazón, y demuestra que las angioplastias no son tan efectivas como el bypass.

Los investigadores concluyeron que los pacientes con tres arterias obstruidas y que recibieron stent eran más propensos a morir antes de tres años que los que se sometieron a una cirugía abierta para puente. Igualmente concluyeron que los pacientes con dos arterias tapadas y a los que se colocó stent, eran más propensos a morir que los que se sometieron a una operación de bypass.

Además, más de un tercio de los pacientes que recibieron stent necesitaron cirugías o angioplastias adicionales en un período de tres años.

En cambio, fue mucho menor (apenas un 5 por ciento) los pacientes operados abiertos para bypass que necesitaron algún otro procedimiento en el mismo período.

CAUSAS

El doctor Pichardo, ex director medico del IDC, explicó que “la enfermedad aterosclerótica de las arterias se puede desarrollar en el corazón, en las arterias del cerebro y en las arterias periféricas de las piernas. En las coronarias del corazón causan la enfermedad más frecuente y la principal causa de mortalidad en el adulto occidental (entre 500 y mil casos por cada 100 mil habitantes en países avanzados. Las principales causas predisponentes son bien conocidas: hábito de fumar, trastornos del colesterol y las grasas, la presión alta, la obesidad, la diabetes, el estrés y desde luego la edad y otras causas múltiples”.

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