Auna comida sin sal, por más sazones que se le añadan, siempre le faltará ese toque especial que acentúa sus sabores.
Ahora bien, este condimento de uso milenario, utilizado en exceso podría arruinar cualquier comida.
Es decir, que el balance es fundamental. Hay que tratar de hacer un uso equilibrado de la sal, cuando de dar sabor a los alimentos se refiere.
Sin embargo, el tema de la sal en las comidas no está supeditado únicamente al sabor, sino que tiene gran relevancia para la salud del organismo, por lo que es fundamental conocer los diferentes tipos de sal disponibles en el mercado y cuál es la mejor para el consumo.
Como todo en el mundo, la sal es un tema que se promociona en el mercado, y, no necesariamente la que más presencia y fama tenga, es realmente la mejor para la salud.
Tipos de sal. Datos referentes a la sal (cloruro sódico) siempre que se trate del condimento puramente natural, dan cuenta de alrededor de una docena de variedades, algunas muy promovidas como muy beneficiosas, pero solo mercadológicamente.
Entre las consideradas como mejores para el organismo están las denominadas “sal marina sin refinar” y “flor de sal”. La primera, porque se trata del componente natural, sin aditivos como el yodo, flúor y conservantes, que son muy perjudiciales, y la segunda, porque es una sal artesanal de la que se asegura tiene los mayores beneficios en propiedades y nutrientes.
Una sal de la que se hace mucho énfasis en la culinaria, especialmente en la cocina gourmet, es la sal rosada, conocida como del Himalaya, no obstante, se dice de esta que es solo un asunto publicitario, ya que ni contiene todos los beneficios que se les atribuye, ni procede del Himalaya.
Lo más aconsejable es tener control con el uso de la sal; ¡que no se le pase la mano!