Es una pregunta difícil de responder porque el Presidente enfrentará una tormenta perfecta compuesta por una pandemia sanitaria, una económica, una social y una institucional; cualquiera diría que la pandemia sanitaria es la prioridad para que las políticas fiscales y monetarias expansivas surtan efecto para rehabilitar la economía, pero resulta que la crisis institucional y el elevado nivel de corrupción e impunidad, a mi juicio, es una tarea de primer orden porque representa un eje transversal de todas las políticas, si no hay instituciones que funcionen y contra-balances de los poderes del Estado no habrá desarrollo económico y social.

Cada Presidente desde la caída de la tiranía ha dejado su impronta, el Prof. Juan Bosch, en apenas siete meses, un régimen de libertad, sin corrupción y una constitución avanzada, Joaquín Balaguer, despejando de la ecuación los hechos de sangre de los doce años, nos dejó infraestructuras para el desarrollo, las leyes que crearon las zonas francas y estimularon el desarrollo turístico.

Don Antonio Guzmán le correspondió el periodo de las “vacas flacas”, pero lo recordamos como el Presidente que abrió el país a los exiliados y despolitizo las Fuerzas Armadas, Salvador Jorge Blanco gobernó durante la “década perdida” de América Latina, pero realizo importantes reformas estructurales a la economía y en su gestión se eliminó la poliomielitis. Hipólito Mejía invirtió en el agro pero la crisis financiera impidió un legado.

Leonel Fernández modernizo el estado, sembró el país de infraestructuras, algunas icónicas como el Metro de Santo Domingo, las reformas de la Hacienda Pública y la Financiera mas la Constitución de 2010. Danilo Medina deja también cosas interesantes como el 911, la tanda extendida, los CAID y obras; lamentablemente no aprovecho un entorno internacional favorable para promover reformas estructurales y dejo maltrecha la institucionalidad democrática.

La próxima administración del Lic. Luis Abinader deberá enfrentar la pandemia del coronavirus, en la cual fracaso este gobierno porque pretendió sacar capital político de su manejo; tendrá que invertir grandes recursos en salas de aislamiento, UCI, ventiladores, Pruebas PCR masivas, instrumental médico, mientras simultáneamente aplicar estímulos fiscales y monetarios para sacar del coma a la economía.

Es probable que por estas razones en una primera etapa el Presidente Abinader no podrá realizar grandes obras ni cumplir con puntos clave de su programa, pero si puede dejar un legado inicial de un gobierno decente, donde haya cero impunidad y justicia a los desfalcadores del estado

Las primeras señales están dadas con la designación de la Dra. Milagros Ortiz Bosch en la Dirección de Ética y del Lic. Carlos Pimentel, actual Director Ejecutivo de PC, en la Dirección de Compras y la adquisición de insumos médicos al través de un acuerdo con la OPS; faltaría despejar la incógnita del Procurador independiente y de un Procurador Adjunto en el PEPCA y la elección por parte del Senado de una Cámara de Cuentas integrada por miembros, también independientes, y dotarla de los recursos necesarios.

Un gobierno transparente no necesita comprar tantas conciencias como hizo este gobierno, ni mucho menos crear una estructura mediática de “bocinas“. Periodistas y comunicadores que hicieron grandes fortunas en estos ocho años, mientras los programas independientes colapsaron en su mayoría. Presidente Abinader usted gano teniendo en contra ese aparato mediático de “bocinas “ y de millares de “boots”

Un gobierno que repare la institucionalidad, que haga realidad la independencia judicial y ponga fin al “borrón y cuenta nueva”, sería el mejor legado porque la institucionalidad es prerrequisito para el desarrollo económico y social.