Cada día, miles de ciudadanos en Santo Domingo enfrentan el mismo calvario: vías congestionadas por las interminables filas de vehículos y un ruido ensordecedor del característico «piii, piii, piii» de las bocinas de los conductores que puede ser un dolor de cabeza. El tráfico se ha convertido en una pesadilla donde atravesar la ciudad es una odisea que toma horas, y donde caminar por las calles, para muchos, no es una opción segura.
Seguridad: la clave para la movilidad urbana
El experto en sostenibilidad, Alex Ramírez, y el empresario, Javier Bonett, aseguran que la seguridad es un factor clave para transformar el sistema de transporte de Santo Domingo. Bonett destaca que la inseguridad en las calles impide que los ciudadanos se desplacen a pie de forma segura. “Si caminas, te roban”, asegura, y enfatiza que “el primer eje debe ser atacar la seguridad y volver la ciudad caminante. La reestructuración del transporte inicia en la seguridad”.
Para Bonett, el gobierno debe asumir un rol de liderazgo que articule y priorice este aspecto fundamental. “El Gobierno debe ser el director de la orquesta”, afirma, sugiriendo que el Estado sea el responsable de coordinar una estrategia integral para la movilidad.
Trenes saturados y tecnologías obsoletas
Ramírez y Bonett critican la situación de los sistemas de transporte masivo actuales, como el metro y el teleférico. Según ellos, estos sistemas se han saltado varias etapas importantes que no le permiten satisfacer la demanda de la ciudad. “El teleférico no funciona”, señala Bonett.
Ramírez añade que “el metro está saturado de pasajeros, sin un espacio ergonómico adecuado, llevando a los usuarios como sardinas en lata”. Según él, cada año este sistema “se vuelve más obsoleto, porque el hecho de que pongas más vagones en un sistema mal diseñado no lo hará rentable”.
Ambos proponen alternativas modernas, como trenes de levitación magnética y trenes elevados, que podrían ofrecer un transporte eficiente, seguro y de alta capacidad para la ciudad.
Piden más transparencia en las licitaciones
Ramírez y Bonett también cuestionan la transparencia en las licitaciones para proyectos de transporte en el país. Critican que en los últimos 22 años, las mismas empresas han sido favorecidas en los procesos de contratación, limitando la introducción de tecnologías superiores que podrían mejorar el sistema de transporte.
A propósito de la reciente licitación de 3,000 millones de dólares para construir túneles del Tren Metropolitano de Santo Domingo, que conectaría con el Aeropuerto Internacional de las Américas, Ramírez cuestiona la viabilidad de esta inversión. Según él, se están gastando recursos en soluciones que no son las más avanzadas ni eficientes.
Tecnología de punta como solución: ¿Qué impide su implementación?
Para Ramírez, la falta de voluntad para adoptar tecnología de punta es un obstáculo significativo. “El director de Fitran (Fideicomiso para el Desarrollo del Sistema de Transporte Masivo de la República Dominicana) tiene terror a la tecnología de punta”, acusa, explicando que esta resistencia impide la implementación de sistemas modernos en el país.
“No siempre la tecnología es cara”, afirma Ramírez, argumentando que “una tecnología de punta te trae buen precio y alta eficiencia. El tren de levitación magnética cuesta la mitad y tiene una garantía de 100 años, pero está prohibido por técnicos del Gobierno”.
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