AMPARO CHANTADA
Las noticias contradictorias sobre  la Isla de los Piratas dificultan el desenvolvimiento del raciocinio pero queremos ayudar al entendimiento. Por un lado, el equipo técnico dominicano abandona la «isla» sin dar explicaciones pero por estar en el barco de Global Group piloteado por un tal Augusto Menéndez, es lo mejor que hicieron. Por otro lado, un vocero,  tipo kamikaze, dice que «e palante que va» pero sin estudios serios, dañando la ecología local y excavando por doquiera, «e pa trás que debe ir». Además, con una compañía española fantasma, que hace estudios batimétricos (que nadie vio operar) en 3 meses, cuando se toman 1 año mínimo, «e pa ninguna parte que va». Visitando al Senado en lugar de Minería o Medio Ambiente «e equivocado que están».

Por otro lado, el enlace, entre el Gobierno y el desgraciado proyecto, el arquitecto Selman, queda sorprendido por todo lo acontecido. «No eta en na». Es normal, estaba fuera del país pero asegura que el Gobierno no tiene que dar explicaciones, porque en su tiempo «hizo las observaciones que tenía que hacer en el limbo que etamos». Porque no se retira del Congreso, ese proyecto, no sería la mejor forma de decir «e palante que vamos».

El congreso tiene en sus manos a ese proyecto descabellado, que para unos, partió de un dibujo en un papelito de un fotógrafo alemán (Bouse) y para otros, fue sacado de un encuentro en Barcelona y traído al país en las maletas (Sánchez). Un proyecto que nadie sabe cómo, ni por qué,  después el aval de Don Hipólito, el gobierno actual lo asume y por eso, le decimos que lo «echen pa tras, es malo».

Nadie explicó, porque se ubica esa Isla frente a nuestras costas y no frente a Barcelona o Marsella o al pie de la Estatua de la Libertad, pero no dudemos que son, la debilidad de las instituciones y la corrupción rampante, las que  atraigan los aventureros para acá, «están en lo suyo» siempre dispuestos a distribuir comisiones y otros incentivos, para vender incongruencias. Nadie sabe tampoco, cómo el Estado dominicano se dejó embaucar por un Global Group que se parece un pulpo regado con filiales en el mundo de los filibusteros y los paraísos fiscales, Miami, Calgary, Nassau, Gilbraltar, vendiendo sueños inmobiliarios por Internet a incrédulos embobados por la magia de la imagen y los comandos. 

Pero lo que sí sabemos es que los dominicanos han reaccionado con energía frente a los audaces intentos de  vender un escandaloso proyecto inmobiliario, imposible de auspiciar. El vanguardismo ni siquiera pudiera excusar el apoyo a proyectos inmobiliarios ligados al mundo de los casinos, de la evasión fiscal, del engaño y la estafa internacional. Ni la competitividad con Key Largo se recuerdan o con la pobre, Isla Margarita, congestionada y poluada.

Las costas españolas están en peligro de gran deterioro por la  carga de edificaciones y la incorporación de cada vez más tierras al proceso de urbanización en proyectos privados con piscinas y golf grandes consumidores de agua. Estas costas no aguantan más población, servicios, desperdicios, demanda de agua sobre todo. Los costos ambientales, sociales, urbanísticos son tan devastadores que ahora las inmobiliarias ligadas a los narco dólares urbanizan el interior de Andalucía, afectada por sequías seculares, lo que esta haciendo de España un modelo ambientalmente insostenible, no debemos copiarla porque nosotros, «e pa lante que vamos». No podemos darnos el lujo, como dominicanos y dominicanas, hipotecar la suerte de las futuras generaciones que nos juzgarán por los disparates que hicimos y los daños que les dejamos. Que la empresa Novo Mundo siga sus operaciones, allá ella, que siga aspirando a construir una Isla, allá ella, que su relacionador publico siga cobrando para anunciar todo eso, allá el, pero la Isla aquí, es República Dominicana y no Novo Mundo. Nuestros legisladores, tienen entre sus manos un proyecto que deben rechazar y enterrar para que no resurja como el monstruo del Loch Ness, allá en Escocia, a cada temporada. La isla de los Piratas es un proyecto soñado para estafar, por una red internacional, conformada de oficinas fugaces a presentaciones estandarizadas en Internet y conformadas al vapor, que se mueven en el mundo al ritmo de empresas testaferros, vendedoras de ilusiones. Todo tipo de capitales se conyuga ahí, hindúes, árabes, narcodólares, mafias, atrás de contratos inconcebibles en democracias construidas en instituciones fuertes.

Los congresistas dominicanos deben recordar Cazneau y Farbens con Samaná y apoyarse en sus científicos honestos y desinteresados y en la seriedad y el profesionalismo de sus periodistas que dicen no a la estafa, no al engaño. Eso sí, obligaremos al Ayuntamiento del Distrito Nacional a asumir los costos del embellecimiento del Malecón y abrir un concurso nacional para proyectos de recuperación de ese litoral, urbanístico-socio-cultural y para eso, apoyaremos el 10 % del presupuesto nacional para los ayuntamientos del país. El pueblo esta apegado a su Malecón, se demostró, es el paseo más democrático de la ciudad de Santo Domingo y debe ser embellecido. En los congresistas está depositada la esperanza de poder seguir bailando en la calle con Luis Díaz y mirar al infinito nuestro Mar Caribe. «E pal Malecón» que vamos el 31 de diciembre, a defenderlo, a partir de las 11 pm, en el obelisco Hembra tan simbólico de nuestra Independencia financiera, apoyado  con el  «e palante que vamos» o «a pasos de vencedores» o con «ni  un pasito pa trás», como sea y como  mejor le convenga a cada uno, pero todos unísonos, le diremos:  Sí a nuestra Isla y no a la otra.

Consulte: www:lainiciativa.org/isla/