Además de la exploración física, el ginecólogo realiza la toma de muestra para el estudio de la citología exfoliativa, la cual puede ser Papanicolaou convencional o en base líquida, se realiza a partir de haber iniciado las relaciones sexuales, y con ella se buscan posibles alteraciones que podrían generar patologías cancerosas del cuello uterino. Está recomendado realizar también detección de virus de papiloma humano adjunto a la citología cada 3 años.
Se recomienda realizarse mamografía y sonomamografía entre los 35 y 40 años, y luego de esa edad incluirlas rutinariamente en los controles. Es importante solicitar ambos estudios, debido a que hay imágenes que la ecografía percibe y la mamografía no, y viceversa. Para aquellas mujeres que tienen familiares directos con diagnósticos de cáncer de mama en edades jóvenes se les aconseja realizarse una mamografía 10 años antes de la edad de aparición del cáncer de algún pariente directo como hermana, madre, tía o abuela.
Aunque la ecografía transvaginal o ginecológica no es un método diagnóstico preventivo, podría ser considerada dentro de la rutina para pacientes menopáusicas, en quienes se debe hacer un control más estricto, ya que en esta etapa los ovarios no cumplen la función de órgano reproductor de hormonas pero siguen siendo asiento de patologías, básicamente de cáncer de ovario, la cual es una de las mayores preocupaciones en la actualidad, ya que es una patología silente y difícil de detectar. Esto ocasiona que el diagnóstico se realice en estadío avanzado y con oportunidades de supervivencia escasas.