Cuando nuestros hijos enferman o presentan algún problema de salud, es muy importante diferenciar si se trata de un problema menor, o si tiene un cuadro que requiere asistencia médica inmediata, ya sea en emergencias o consulta con su pediatra.
Aprender a diferenciar estas situaciones pueden evitar que la sala de emergencias esté sobrepoblada por consultas, además de evitar demorar la atención en aquellos con una real emergencia.
Cuando un niño sufre una quemadura importante, convulsiona o tiene pérdida súbita del conocimiento, los padres acudirán sin pensarlo a emergencias; sin embargo, existen por otro lado, síntomas aislados como la tos, fiebre, vómitos o diarrea, que son de gran preocupación para los padres, que pudieran esperar a ser atendidos en consulta con su pediatra siempre y cuando no se acompañen de afectación al estado general.
Pero, ¿Cuándo realmente debo de ir al consultorio médico o a la sala de emergencias?
Los niños tienen problemas de salud singulares y pueden manifestar síntomas diferentes a los adultos. Los síntomas que son serios para un niño pueden no serlo tanto en la adultez. Es importante resaltar que los niños sobre todo los más pequeños, pueden tener dificultades para comunicar sus condiciones médicas, lo cual significa que los adultos tendrán que interpretar su comportamiento.
Cuando una enfermedad comienza a mostrar sus primeros síntomas, cuando ocurre un accidente o un dolor repentino ataca, quizás no sepas a donde recurrir: al consultorio de tu pediatra o a la sala de emergencia. La decisión puede costarte cara si te equivocas, tanto en materia de salud como de dinero, sobre todo si no cuentas con seguro médico.
Al consultorio médico debes ir en las siguientes situaciones:
• Control y manejo de enfermedades crónicas
• Episodios poco frecuentes de una enfermedad con síntomas agudos (dolor de garganta, oídos, etc.) sin afectación del estado general
• Prevención de enfermedades
“Si tu hijo no está en una situación en que su vida corre peligro, una cita con tu médico es probablemente la mejor opción. Por otro lado, siempre consiga atención médica inmediata si usted cree que un niño o niña está teniendo una emergencia médica de esta forma evitar deterioro de su estado de salud.
Existen algunos cuadros muy claros que precisan asistencia inmediata,y cuya valoración no debe demorarse, a continuación, proponemos algunos criterios a tener en cuenta.
1. La edad (no es lo mismo un cuadro con fiebre de 38ºC en un niño con pocos días de vida, el cual debe ser evaluado de forma inmediata, que esa misma temperatura en un niño de 4 años, al cual se le puede dar el antipirético (Acetaminofén) y esperar a ser valorado por su pediatra en la consulta).

2. El comportamiento (los bebés no son capaces de expresar su malestar, de contarnos lo que les pasa, por lo tanto, habrá que tener en cuenta cualquier cambio en su comportamiento habitual como rechazo de la alimentación, somnolencia o llanto no consolable).

3. Sus antecedentes personales (se debe tener en cuenta si ha estado ingresado recientemente, si presenta alguna patología de base, ha sido intervenido quirúrgicamente, entre otras).