Cuando amar es igual a peligro

Cuando amar es igual a peligro

“Tu vida debe girar a mi alrededor”, “Si no estoy vigilante, me engañarás”, “No puedo vivir contigo ni sin ti”, “¡Qué suerte tienes de que yo sea tu pareja!” son frases que revelan que algo no anda  bien en la relación de pareja.  El psicólogo y escritor Walter Riso,  en su más reciente libro, “Amores altamente peligrosos”, expone toda una tesis de lo que  él denomina “estilos afectivos altamente peligrosos”.

“Creemos  que el amor es infalible y olvidamos algo elemental para la supervivencia amorosa: no todas las propuestas afectivas son convenientes para nuestro bienestar”, señala.

Recientemente, Riso estuvo  en el país impartiendo una charla con el mismo título de su más reciente libro, en la que llevó a los participantes a reflexionar en tres puntos básicos: ¿Cúal es la manera de amar de mi pareja? ¿Cuál es mi manera de amar? ¿Hasta dónde podemos estar juntos sin hacernos daño?

Interesados en que usted reconozca y evite cualquiera de los patrones de amores insanos, ¡Vivir! participó de la conferencia y ahora comparte con ustedes su tipología.

Histriónico-teatral
Un amor hostigante es la característica principal de este estilo afectivo. Las personas que lo padecen se consideran el centro de atención, tienen emotividad excesiva, comportamientos seductores, cuidado exagerado por el aspecto físico, actitud dramática e impresionista.

Paranoico-vigilante
Mucha desconfianza, es lo que la persona que padece este estilo siente hacia su pareja. “Para él o para ella, no importará tu buena conducta ni las demostraciones de amor. Siempre estarás en la lista negra de los enemigos potenciales, tu proceder siempre esconderá una “segunda intención”, explica Riso.

Pasivo-agresivo
Tener a Gandhi en  la casa, haciendo un papel de resistencia civil, así identifica Riso el vivir con una persona afectivamente pasivo-agresivo. Sabotaje, insurrección (amada, no armada), lentitud desesperante, amor ambivalente (ni tan cerca, ni tan lejos), tardío, adormilado, resentido y dependiente.

Narcisista-egocéntrico
Como un astro rey, así se sienten las personas con esta patología sentimental. Ellas, explica Riso, se sienten especiales y únicos. Estas personas no quieren amor, quieren aplausos. No quieren abrazos, quieren autógrafos. Es un amor egoísta.

Obsesivo-compulsivo
“Hacer el amor con una de estas personas es terrible, porque antes de irse a la cama te preguntan que si cerraste las puertas, que si acostaste a los niños, que si te cepillaste… en fin cuando vienen a acostarse ya se te ha ido el deseo”, señala Walter entre risas. Y es que las  personas con esta patología tienen un culto al control.

Antisocial-pendenciero
Con esta persona vale aplicar la máxima de “sobrevivir con el depredador”.  Esto porque su núcleo es la destrucción interpersonal. Todos dosifican a los demás, no importa cuanto amor juren. Tienen una especie de “maldad esencial” que bloquea cualquier tipo de aproximación afectiva.

Esquizoide-ermitaño
Especies de agujeros negros sentimentales, así denomina Riso  a las personas con este estilo afectivo, las cuales suelen tener un amor desvinculado o indiferente.  Son especie de “analfabetos emocionales”, tienen temor  al compromiso y una especie de nihilismo afectivo.       

Limítrofe-inestable.  Como amantes  caóticos, así define Riso a estas personas. Son entes  inestables emocionalmente, paranoicas, caprichosas, inseguras, autodestructivas, impredecibles y explosivas. 

Las frases

Walter Riso

Si no te quieren hay que aprender a perder. Esa es la primera enseñanza del amor”.

Si alguien duda que te ama, no te ama. Si no  te permite desarrollarte, esa relación no sirve”

Si alguien no te quiere, ¿por qué estás ahí?”

Hay que hacer el amor con la Declaración  de los Derechos Humanos debajo del brazo”.

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