Difícilmente aparezca una personalidad que no esté de acuerdo con la demanda de la coalición Educación Digna, de que se asigne el 4% del Producto Interno Bruto, como lo consigna una ley que nunca se ha cumplido, al presupuesto de la enseñanza pública.

Pero es evidente que asignar una partida de ese tamaño, en el presupuesto oficial del 2012, sería como tirar el dinero en un barril sin fondo, ya que no existe la infraestructura necesaria para que el Ministerio de Educación puede invertir racionalmente semejante montaña de dinero.

Se requería por lo menos un plan trienal de construcciones escolares para poder dotar al país el número de aulas suficientes, con laboratorios bien equipados, para que se pueda poner en marcha el proyecto de Tanda Única de 8 horas de docencia, con desayuno y almuerzo incluido, en nuestros planteles escolares oficiales.

Sin contar que hay que capacitar el personal docente, que ahora mismo carece de la preparación necesaria para impartir una educación de primera calidad, pues de lo contrario sería como pretender escalar el monte Everts de un salto, sin agotar previamente las duras jornadas del ascenso paso a paso.

Por eso tiene mucho de demagógica la postura de diez supuestos candidatos presidenciales para el 2012, que firmaron el Compromiso Social y Político para la Educación, en que se comprometen a cumplir, de cualquier modo, con la demanda del 4% del PIB para la educación pública.

Porque de esos diez candidatos, hay ocho que entre todos no reunirán ni el 5% de la votación ciudadana el próximo 20 de mayo, por lo cual no llegarán a la Presidencia de la República ni en el 2012 ni en el 2024, por lo cual su asistencia al acto celebrado en la Universidad Católica  Santo Domingo fue un simple alardeo publicitario, con fines puramente electoreros, que no tendrá ningún resultado práctico. Decían nuestros abuelos, cuando consideraban que algo era prácticamente imposible de lograr, que ello solo ocurriría cuando Colón bajara el dedo, aludiendo con ello a la posición de la estatua que adorna el parque ubicado en la calle El Conde, frente a nuestra Catedral, en donde el Gran Almirante aparece con el dedo índice señalando hipotéticamente hacia el lugar donde se produjo el descubrimiento de América.

Apoyamos el reclamo del 4% del PIB para la Educación, pero sin prisas y también sin pausas.