Al elegir las telas adecuadas para tapizar los muebles de la casa hay que tomar en cuenta tres elementos importantes: la durabilidad, el confort y la belleza. Antes de decidirse por alguna tela, hay que preguntar al vendedor si ha sido tratada con antimanchas o si es fácilmente lavable. En casas con niños pequeños es conveniente no elegir tapizados muy claros, porque se ensuciarán enseguida.

Por suerte, hoy en día la mayoría de los modelos son desenfundables, permitiendo de este modo la limpieza a fondo de las partes más sufridas. Reposa-brazos, respaldo y asientos pueden ser fácilmente desmontados y lavados en casa con jabón neutro, o si se prefiere, mediante lavado en seco en la tintorería.

Otro aspecto a tener en cuenta en la elección del tapizado es el ambiente general que se le quiera dar al salón. Tanto si se elige tapicería estampada como de colores lisos, hay que tener en cuenta que tiene que coordinar a la perfección con los demás textiles de la estancia: cortinas, alfombras y cojines.

Si se opta por un tapizado en tonos neutros se puede dar el toque de color con los complementos, permitiendo así que la sala tenga un aire nuevo cada cierto tiempo.

Hay que tener especial cuidado en la elección de los colores, sobre todo si la sala recibe directamente los rayos del sol. Cuanto más oscuros sean los tapizados, más posibilidad hay de que los colores se devalúen, ofreciendo el sofá un aspecto envejecido en muy poco tiempo.