El pilar que sostiene tu cuerpo merece todos los cuidados: debes mimarla con ejercicios que te llevarán unos minutos.
Según la fundación Kovacs, el dolor de esta parte de nuestra anatomía aparece por la activación de los nervios que transmiten el dolor y desencadenan inflamación y contractura muscular. Para valorar la intensidad del dolor y el grado de discapacidad que éste produce existen unas escalas evaluadas científicamente.
La causa. Antiguamente, se creía que el doctor aparecía exclusivamente por alguna alteración de la columna vertebral o una hernia discal.
Hoy en día, no siempre es así. Puede constituir una manifestación de alguna enfermedad, pero más del 82% de los dolores de espalda están relacionados con la tensión o la contractura de los músculos, que puede empezar inmediatamente después de la lesión o al cabo de unas horas.
Un porcentaje bajo del dolor de espalda está relacionado con la edad, pero en la mayoría de los casos, se debe a sobrecarga muscular, estrés y mala posturas.
Higiene postural. Existen varias medidas que puedes adoptar para evitar sobrecargar la espalda y así impedir que el dolor aparezca. Para ello, lo mejor es adoptar las posturas adecuadas.
Medidas de prevención
– Llevar siempre las cargas de una manera equilibrada (doblar las piernas en vez de la espalda).
– Tener una buena nutrición, modificar sus costumbres de comer o seguir un régimen para reducir las tensiones en el nivel de la columna espinal. Ya que un exceso de peso implica una presión más fuerte en las vértebras y los discos intervertebrales
– Hacer estiramientos así como ejercicios de flexibilidad para evitar la rigidez y la compresión de las vértebras.
– Desarrollar los músculos dorsales antes de practicar cualquier actividad deportiva que requiere un cierto nivel.
– Si su colchón está deformado, substitúyalo porque ya no le sostiene eficazmente.
– Evitar los deportes que causan dolores de espalda como la bicicleta, la carrera, saltos así como los movimientos repetidos a largo plazo (trabajando en jardinería, bricolaje, conducción, las mudanzas …). Elija un deporte en el que los movimientos no sean bruscos y no esté expuesto a bajas temperaturas.
– Utilizar sillas ergonómicas dotadas de regulación tanto en el rodillero como en el respaldo, para adaptarse a todos los usuarios y permitir alternancia de posiciones para una buena conservación de la postura.
Realizar ejercicio regularmente, tanto abdominales, dorsales, como los generales que trabajan el cuerpo en su totalidad. Siempre hay que tener en cuenta la postura y los apoyos para lograr el objetivo.
Más recomendaciones
Practicar natación. Este deporte es ideal ya que la fuerza de la gravedad está disminuida por la fuerza de flotabilidad.
Mantener la postura correcta. Suele suceder que en el trabajo al estar tanto tiempo sentados nuestra columna ceda y vayamos perdiendo la postura, la silla, el escritorio más bajo de lo debido son factores condicionantes de este gran dolor.
Cuando pase esto, apoye bien la espalda en el respaldo de la silla, camine, estire sus piernas de vez en cuando y vuelva a su asiento para seguir realizando el trabajo.
Lo importante es la cama. Duerma sobre una base plana y un colchón firme. Es preferible comprar algo más caro pero mucho mejor, imagínese que son muchas horas las que estamos durmiendo.
Las claves
De pie
1. Apoyo
Mantén un pie apoyado sobre un escalón o reposapiés. Alterna un pie tras otro, tan frecuentemente como puedas. No estés de pie si puedes estar andando. Tu columna sufre más si estás parado que si moviliza el sistema músculoesquelético.
2. Con los brazos
Si debes trabajar con los brazos, mientras estás de pie, hazlo a una altura adecuada, evitando estar constamente agachado con la espalda doblada.
3. No tacones
Evita los zapatos de tacón alto si debes estar mucho tiempo de pie. Un zapato completamente plano tampoco es lo ideal.