Cuando el año comienza mal

Cuando el año comienza mal

MARIEN ARISTY CAPITÁN
Como cada navidad, iniciamos el año intentando no pensar en todos los excesos que cometimos durante el final del anterior y, huyéndole a la báscula como el diablo a la cruz, nos hacemos a nosotros mismos un montón de promesas que seguramente nunca llegaremos a cumplir.

Amén de ello, y ofreciéndonos el beneficio de la duda, comenzaremos este 2008 esperando que no tengamos que volver a ver casos como el de Sagrario Amaro y Viviana Muñoz Santos, quienes iniciaron este año de la peor manera posible: con sus cuerpos y almas laceradas a causa de la violencia doméstica.

Cada uno de estos casos es terrible y dramático: mientras Sagrario Amaro, de 26 años, fue apuñalada en el ojo izquierdo, el rostro y el cuello, Viviana Muñoz Santos, de 43 años, recibió tantos golpes en la cabeza que tiene diversas fracturas y no puede hablar. En el primero de los casos el marido, dando a su mujer por muerta, se suicidó; en el segundo, el animal anda prófugo.

Tras desear que la Policía Nacional encuentre a este señor rápidamente, lo aprese y sea llevado a la justicia lo más rápido posible. Una vez en los tribunales, que no encuentre el amparo de la impunidad y sea juzgado con mano de hierro puesto que con hierro, al final y al cabo, golpeó a su mujer.

Quizás, por aquello de que el destino encuentra formas absurdas de burlarse de los burladores, sea posible que el tal Pedro (ella no ofreció el apellido) que lastimó a Viviana encuentre una dosis de su propia medicina en la cárcel. Así, aunque no es bueno desearle el mal a nadie, sabrá qué siente una mujer cuando es abusada, golpeada, ultrajada y lastimada.

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