La retención de líquidos es un trastorno metabólico que consiste en la acumulación de agua u otras sustancias en el organismo.  Esta acumulación, mayormente se presenta en las piernas y el abdomen. Y como explica Fátima Amador Castillo, nefróloga del  Centro de Otorrinolaringología y Especialidades, se  da mucho más frecuente en las mujeres que en los hombres.

Es por eso, según explica, que sus causas más comunes suelen ser los cambios hormonales, como  por ejemplo, durante el período premenstrual, embarazo y la menopausia.

Otros orígenes pueden ser las enfermedades cardíacas, renales,  trastornos circulatorios, inflamación por traumatismos o golpes y alergias.

La especialista señala que el estilo de vida, en muchos casos, puede llegar a influir.   “El sedentarismo, por la falta de actividad física y permanecer durante muchas horas en la misma posición, favorecen la retención de líquidos, ya que se lentifica la circulación sanguínea y la linfa (líquido transparente que recorre los vasos linfáticos), resta oxigenación al organismo”, asegura.

Pero el trabajar mucho, también es un problema, pues el estrés, además de provocar angustia y nervios, desequilibra el sistema hormonal, colaborando con esta patología.

Asimismo, dice la doctora Amador, el consumo exagerado de sal, aunque sólo sea ocasionalmente, puede causar breves episodios de retención de agua. “Esto puede ser abordado mediante la reducción de contenido de sodio en su dieta”.

“La ingesta de algunos fármacos, también ayudan a que muchas veces acumulemos líquidos, al igual que en algunos casos, las temperaturas altas y la presión atmosférica, pero estas últimas en menor medida”, indica la experta.

Características.   Para reconocer cuando se está acumulando líquidos en el organismo es necesario darse cuenta si existen algunos detalles fuera de lo normal. Amador Castillo señala que los kilos de más, la pérdida de la forma corporal, cansancio y pesadez, malestar generalizado, son indicios de que una persona está padeciendo este trastorno.  “La acumulación generalmente localizada es asimétrica y se concentra en diferentes partes del cuerpo, debido a trastornos venosos o linfáticos”.

Cómo tratarlo.   Normalmente, si el origen es orgánico hay que someterse a un tratamiento médico y será el especialista quien indicará las pautas a seguir.

“Si por el contrario la retención es debida a causas externas podemos ayudarnos de sustancias naturales y de una adaptación de la dieta para recuperar los niveles de líquido de nuestro cuerpo”, dice.

Qué hacer.   La doctora sugiere no olvidar que es una anomalía “que se puede evitar con un tratamiento adecuado, por lo que debes procurar que tus menús sean equilibrados, ricos en proteínas, vitaminas y minerales”.

Recomendaciones.  Hidratar   las piernas; no utilizar diuréticos; ni siquiera naturales, sin prescripción médica, caminar y poner las piernas en alto al descansar.

Fátima Amador C. nefróloga

Retención de líquidos

“No suprimas por completo la sal, en especial si estás tomando diuréticos, ya que podría haber una falta de potasio. Disminuye, eso sí, la cantidad que añades a los alimentos. Pero también  tomar al menos  seis vasos de agua al día; Evite la ropa demasiado ajustada, cuando pase mucho tiempo sentado, mueva  pies y piernas”.