El cuerpo humano tiene su propio sistema de alarma, mediante síntomas que indican cuándo algo no anda bien con él. Son señales de que el cuerpo necesita un chequeo médico. No obstante, muchos síntomas comunes son pasados por alto, ignorando el problema de salud que puede ocultarse tras ellos.

A la aparición de uno o más síntomas debe prestársele atención, como recomienda el doctor Henry Quezada, gerente del departamento de Medicina Familiar en el Hospital General de la Plaza de la Salud, pues éste es un indicio de que algo anda mal en un determinado lugar en nuestro organismo.

“Es bueno señalar que el cuerpo humano debe vivir constantemente en un estado de bienestar  y equilibrio   biopsicosocial y cuando se altera  unos de estos aspectos puede generar la aparición de un síntoma determinado”, señala Quezada.

Dolor de cabeza, sofocación, mareos o fiebre son algunos de esos síntomas que con frecuencia son mal atendidos y pueden estar anunciando una dolencia mayor. Y la forma en que éstos se manifiesten determinará la inmediatez de su respuesta a éstos signos.

El especialista explica que los síntomas deben ser considerados una alerta “siempre  que el síntoma debute o aparezca de manera súbita e inusual.  Además que tenga una evolución persistente, que desaparezca  y retorne de nuevo un mayor intensidad”.

También debe llamarle a preocupación si:

1. El síntoma no cede al uso de un medicamento especifico utilizado en el hogar.

2. Cuando es muy intenso y se acompaña de otro síntoma.

3. Cuando la molestia o el síntoma es crónico y nunca ha consultado por ello a un médico.

4. En el caso de que no remita o empeore en un período de 24 horas

5. Y por supuesto, cuando frente a alguna duda crea pertinente visitar al médico. “Acudir a un médico no es algo que debe esperar a que aparezca algún tipo de síntoma.

En la consulta de Medicina Familiar, como somos el médico de cabecera, recomendamos incluir en sus hábitos de vida acudir al médico de forma periódica, independientemente de la edad y sexo”, advierte Quezada.

En esta consulta periódica se realiza un abordaje integral, iniciando con una historia clínica que se realiza a través de un diálogo con el paciente, a quien se le cuestionará sobre su día a día. “Esto nos permitirá tener una visión global de la persona y decidir qué pruebas recomendar. Es lo fundamental para que no se nos pase nada, seguido de una  evaluación física completa de la persona, toma de constantes vitales, el calculo del índice de masa corporal de la  persona, entre otros. También aprovechamos la ocasión  para identificar los factores de riesgos personales, heredo-familiares y ambientales. Además en cada visita se promueven estilos de  vida saludables y aplicado la prevención en sus diferentes niveles, siendo esta la clave de la salud”.