Medicina Reproductiva y Endoscopía Ginecológica, del Hospital General de la Plaza de la Salud
Cuando una pareja comienza a pensar en la paternidad, es lógico confiar en que la llegada de un hijo será rápida y que no habrá que esperar mucho para poder anunciar el embarazo con felicidad a sus familiares y amigos; sin embargo, a veces el embarazo se hace esperar… y con la espera llega la preocupación y la necesidad de acudir a un especialista en fertilidad.
En un estudio elaborado recientemente en nuestro Hospital General Plaza de la Salud evidenciamos que en el 20% de los casos no sucede así. Datos que coinciden con otros estudios regionales y los registros estadísticos proporcionados por la OMS y la Red latinoamericana de Reproducción asistida, donde se expone que una de cada seis parejas en edad reproductiva no puede lograr un embarazo a término (un aproximado del 15 al 20% de las parejas en edad fértil).
La fertilidad en el ser humano es aproximadamente de un 15 a un 20% por mes, es decir, en el primer mes de mantener relaciones sexuales sin protección sólo entre el 15 y el 20% de las parejas consiguen un embarazo.
La probabilidad de quedar embarazada se acumula en cada  ciclo menstrual. Esto implica que, después de 12 ciclos menstruales intentándolo, la probabilidad de conseguir una gestación es del 80 al 85%.
Para algunas parejas, el aparentemente frecuente milagro de la concepción no resulta tan habitual. La frustración y la angustia por no conseguir la ansiada paternidad abre la puerta a una cascada de problemas emocionales que llevan al bloqueo, la desesperación y el estrés. La gente de su entorno, que no vive el problema, no les apoya lo suficiente o bien no sabe como hacerlo. Es el momento de pasar a la acción.
Llegado el momento de buscar ayuda profesional se debe elegir un centro de salud que brinde confianza, ya que la comunicación con el equipo de profesionales que trate el caso ha de ser plena, sin descartar la posibilidad de  recibir apoyo psicológico.
Allí se les realizarán a ambos las pruebas necesarias para detectar aquellos factores que están influyendo negativamente en la obtención de un embarazo que llegue a término.
En función del resultado de las pruebas, les informarán de las opciones de que disponen y, en caso de que sea necesario, las recomendaciones de la técnica de reproducción asistida que mejor se adapte a su condición.