En sentido general, el noviazgo es una relación transitoria, que permite que una pareja se conozca y determine si es posible que ambos puedan formar un matrimonio.

El tiempo de duración varía de una pareja a otra. Hay quienes se casan a los cinco meses de iniciar una relación, mientras  otras, aún con seis, siete u ocho años, no les pasa por la mente dar el próximo paso.

Aunque, como explica Lady Batista, psicóloga y terapeuta familiar y de pareja del Centro Vida y Familia,  no existe un tiempo específicamente establecido para la duración de este tipo de relación, “pero sí existen parámetros que indican que debe comprenderse en no menos de ocho  o doce meses, hasta los cuatro años”.

Batista entiende   que a partir de ese tiempo, sí se habla de un noviazgo de larga duración.

Factores.  En cuanto a los factores que influyen a que las personas posterguen el matrimonio, Batista explica varios, entre ellos, el temor de no estar seguro de si esa es la persona adecuada para permanecer el resto de la vida. Pero también, explica que existen quienes se “acomodan”.

Es decir, cuando se piensa en que  “tengo alguien para compartir, no estoy solo, pero tampoco tengo los compromisos que implica en matrimonio”.

La especialista  señala que otra de las razones que hacen postergar el momento de llevar la relación a otro nivel,  es cuando se inicia  a muy temprana edad y no se han cumplido las metas personales, o no se tiene la suficiente independencia económica para dar ese paso.

Siete años de relación.  Cinthia y Joan son novios desde el  2004, y aunque  llevan muchos años en esa relación, entienden que sí existen buenos sentimientos, el tiempo no importa. “Nosotros llevamos siete años de relación, y es porque nos amamos, pues si hay amor, comprensión y comunicación, no hay por qué preocuparse”, asegura Cinthia.

Pero, en cuanto a las razones que los han mantenido parados  en un noviazgo de tanto años, la joven señala que el factor económico es una de las principales.

“El que se casa quiere vivir bien. Por eso yo le digo a mi novio que yo estoy muy cómoda en mi casa”, manifestó, a modo de broma.

 “Aunque creo también que lo más difícil es la convivencia. Quizás tenga miedo a convivir con esa persona. Hay que tener mucha madurez en ese sentido”, expresó Cinthia, quien confía en  que el próximo año ya pueda haber boda.

Recomendaciones

Relación de seriedad

Lady Batista  entiende que es necesario entender los objetivos del noviazgo. Y entender que es una etapa de descubrimiento e investigación.

“Si el noviazgo no es sano, el matrimonio tampoco lo será. No se podrá hacer una transición.  Pues no existe una varita mágica para cambiar a la otra persona”, asegura la experta en la conducta humana. 

Además recomienda que cualquiera que sea el tiempo de duración, el noviazgo, debe ser tomado con seriedad que permita conocer a esa persona y esa persona me conozca a mí.

“Hay que tener en cuenta que no estamos buscando un acompañante social, sino un compañero de vida”, concluyó.