POR ROSANNE PICHARDO
Es la anomalía mamaria más frecuente en el sexo masculino. Clínicamente se trata de una masa firme o elástica, situada por detrás y alrededor de la areola.

El dolor y la sensibilidad anormal son indicadores del aumento reciente de las mamas, pero en la mayoría de los casos no tiene sintomatología. En general es un proceso bilateral y desigual. Su incidencia unilateral es de un 20% de los casos.

El motivo principal de la consulta, en la mayoría de los casos, es el impacto emocional que conlleva esta alteración, desencadenando un comportamiento de ocultación en el desarrollo de la vida cotidiana.

Ginecomastía Fisiológica

Hay ginecomastías que pueden considerarse fisiológicas en tres periodos diferentes de la vida, son:

 Ginecomastía neonatal: Es un proceso transitorio ocasionado por la exposición del bebé a los estrógenos  placentarios de la madre. Puede presentarse hasta en un 60% de los recién nacidos y se resuelve en semanas o meses.

 Ginecomastía puberal: Se desencadena de forma transitoria a partir de los 14 ó 15 años y se debe a un desarrollo testicular normal que aumenta los niveles de estrógenos plasmáticos secundarios a un aumento de la testosterona. Desaparece tras 12 a 18 meses de evolución.

 Ginecomastía senil: La prevalencia de la ginecomastía aumenta con la edad  y está ligado a los cambios hormonales, a una disminución de la testosterona y un aumento de los estrógenos, así como a un aumento de grasa corporal.

Ginecomastía Patológica

Salvo estas tres condiciones fisiológicas, el aumento de la mama en el varón debe considerarse como un hecho patológico. En muchos casos se desconoce la etiología precisa. No obstante, es necesario valorar cuidadosamente cada paciente de modo que la detección de enfermedades graves no pase inadvertida. Entre las causas de aumento de volumen de la mama en el hombre que tienen como etiología procesos patológicos, como son: Insuficiencia renal, insuficiencia y cirrósis hepática, hipo/hipertiroidismo, hipogonadismo, tumores testiculares secretores de estrógenos, enfermedad de Parkinson, enfermedades testiculares. Drogas y fármacos, tales como alcohol, anfetaminas, marihuana, estrógenos, anabolizantes esteroides, agentes quimio-terapéuticos y antidepresivos.  La historia clínica y el exámen físico son vitales para un adecuado diagnóstico. La revisión sistémica debe incluir la detección de signos o síntomas de fallos renales, hepáticos o tiroideos, ganancias de peso, alcoholismo, o procesos neoplásicos, así como determinación de valores hormonales. La mamografía, perfectamente realizable en el hombre, y la sonografía, son de gran importancia diagnóstica permitiéndonos ver la estructura interna  ayudándonos a  planificar el tipo de tratamiento.

En conclusión, la ginecomastía es una patología mamaria mas frecuente en el varón. En ciertas condiciones normales puede estar presente en el recién nacido, adolescente y adulto. Su etiología es variada, asociada principalmente a un aumento de niveles de estrógeno. Pueden existir condiciones anormales o patológicas, tanto sistémicas como locales, que la provoquen. Es importante hacer el diagnóstico correcto ayudándonos de exámenes endocrinológicos y de estudios de imagen, como la Mamografía y la Sonografía mamaria,  que nos llevarán a realizar el diagnóstico preciso y seleccionar el mejor tratamiento.

Tratamiento

El tratamiento médico de la ginecomastía fisiológica está pocas veces indicado. La ginecomastía fisiológica puberal es un cuadro transitorio. Si se trata de una ginecomastía fisiológica no reversible o de un paciente adolescente con un tiempo de evolución superior a los 18 meses, la opción terapéutica en estos casos será el tratamiento quirúrgico, ya que los tejidos más allá de este plazo progresan hacia la fibrósis. 

El tratamiento de la ginecomastía patológica será el de su causa subyacente, resolviéndose tras el tratamiento adecuado.

Tip: La prevalencia de la ginecomastía aumenta con la edad  y está ligado a los cambios hormonales.